Fueron los mismos moradores con la ayuda de vecinos los que pudieron controlar las llamas, que amenazaron con convertirse en un foco ígneo de grandes proporciones. Sobre el siniestro, Miriam Fernández contó que "era como la una de la madrugada, estábamos durmiendo con mis nenes y mi mamá, yo tengo tres chicos; comenzamos a escuchar explosiones porque al iniciarse el fuego comenzaron a estallar los vidrios de una repisa, mi mamá se despertó y nos despertó a todos y cuando miramos ya había fuego en el living".
Asimismo, la mujer insistió con que "el fuego comenzó por un cortocircuito en la caja de electricidad que está en el rincón, era todo fuego porque se había prendido hasta el sillón, no se veía nada por el humo, al costado de la caja que se incendió hay una ventana que da al garaje y del otro lado estaba el auto que tiene un tubo de gas, menos mal que el fuego se pudo controlar antes de que se quemase toda la casa".
Al respecto, consideró que "fue una desgracia con mucha suerte".
Posteriormente, puntualizó que, "corrí a sacar los chicos y a mi mamá y, después, cuando pudimos, se trató de controlar el fuego que era mucho".
Finalmente, sostuvo que, "hace unos días, tuvimos un episodio en el que yo casi quedé electrocutada, en una tortuga de luz que está en el baño, ahí es como que empezamos a sentir un cosquilleo en las paredes y al otro día nos pasó esto", recordó la sorprendida mujer a diario El Sol.