Finalmente el individuo fue recapturado dentro del patio de la casa, pero lo que más asombró a los uniformados fue que el detenido pudo saltar esposado el enrojado de unos dos metros de altura.
El joven aprehendido habría sido privado de su libertad por un hecho menor y aunque tras la revisación médica iba a recuperar su libertad, por su insólita actitud fue a la cárcel.
En la persecución intervino personal de motorizada y un móvil policial que trasladó al detenido nuevamente a Tribunales.
En los pasillos de Mitre 133 se preguntaban si los detenidos debían llevar las esposas con las manos adelante, como ocurrió en este caso, o por detrás, teniendo en cuenta que el detenido pudo huir y trepar una reja con suma facilidad, indica diario El Sol.