El funcionario judicial fue cauto a la hora de hacer una valoración de lo resuelto y adelantó que se seguirá "con la investigación, tratando de resolverla en el menor tiempo posible".
"Evidentemente yo entiendo que hay un riesgo con esta medida" para la marcha de la investigación y la producción de pruebas, de cara a la elevación a juicio. "Por eso yo apelé esta decisión para Ojeda y lo que se busca es que la persona que fue amedrentada venga a declarar", aclaró. Subrayando que "ahora hay que acatar la decisión" y reconociendo que "la prisión domiciliaria sigue siendo preventiva pero con controles muchos menores".
"Si (Ojeda) está en su casa y utiliza el teléfono para amedrentar al principal testigo de la causa, no lo podemos controlar", puntualizó en declaraciones a Diario Río Uruguay.