Policiales Ocurrió en San Juan

Jubilados denunciaron robo de $265.000 y creen que fue su "hijo del corazón"

El robo fue en Rawson, una localidad al Sur de la provincia de San Juan. Los abuelos de 82 y 87 años, estaban en el médico. La puerta de la casa no estaba forzada y se habían llevados los ahorros de su vida.
Una pareja de abuelos sanjuaninos fue robada mientras estaban en el médico y la Policía sospecha que fue su "hijo del corazón". Así lo relataron a Tiempo de San Juan, Mario Héctor Ramirez, de 82 años, y Juana Hilda Zavaleta, de 87, en su casa ubicada en el departamento de Rawson, al Sur de la provincia.

Según informó el diario local todo ocurrió el martes entre las 8 y las 10.30 de la mañana cuando los abuelitos salieron de su casa del barrio San Luis, para ir al médico en el Hospital Marcial Quiroga porque la señora tenía turno. Hilda no puede escuchar, no ve bien y no puede caminar por eso es Mario quien, con dificultad, la lleva a todos lados. Ese día cuando volvieron del doctor se encontraron con el desolador panorama.

"Nos fuimos al Hospital Marcial Quiroga porque mi señora -por Juana- tenía turno con un médico. Cuando volvimos en remis, sobre las 10:30, nos encontramos con un patrullero que también estaba llegando a nuestra casa. Nos bajamos y nos preguntaron si vivíamos acá porque un vecino había llamado al 911 y había dicho que en mi casa estaban robando", detalló el hombre a la prensa local.
Fue la mujer de Mario la que entró a la habitación y descubrió que faltaban los ahorros de toda su vida y un arma que los abuelos tenían porque temían a la inseguridad de la zona. La puerta de la casa no estaba forzada y la Policía sospecha que fue un "hijo del corazón" de Mario quien les llevó el dinero.
"Yo tenía un `hijo del corazón´ que lo conocí hace un año cuando vino a hacerme unos trabajos a mi casa. Los hizo tan bien que después empecé a contratarlo más seguido. Era muy decente, muy bueno con nosotros dos, nos ayudaba siempre en los quehaceres de la casa", dijo angustiado el anciano.

A ese hombre, Mario le habría contado que había vendido un lote y que tenía ese dinero guardado en ese sector específico de la habitación. El anciano tenía mucho afecto por el sujeto y solía darle dinero para que le diera de comer a sus cuatro hijos porque no tenía trabajo.
"Es más, el hombre siempre andaba en bicicleta y por ahí hacía caminos largos. Me dio tanta pena que decidí regalarle un Peugeot 504 que teníamos y que no usábamos. Se largó a llorar, no lo podía creer", concluyó muy triste el anciano.
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