Según se había informado, Casas perdió la vida por asfixia cuando, accidentalmente, se incendió el colchón en el que dormía. En un primer momento, trascendió que se habría quedado dormido fumando y ese fue el causal del inicio del fuego registrado una habitación de una pensión ubicada en calle Ameghino 214, en Concepción del Uruguay.
Sin embargo, tras las sospechas y la denuncia de la madre de la víctima, se inició una investigación que derivó en la detención e imputación de dos sujetos: a Fabre como autor materialmente responsable de los delitos de "Hurto calificado por el infortunio de la víctima en concurso real con homicidio doblemente calificado por alevosía y criminis causae y hurto simple" y a Suarez como co-autor materialmente responsable del delito de "Hurto calificado por el infortunio de la víctima y hurto simple".
Se recordará que el fiscal Fernando Martínez Uncal, había pedido la cadena de prisión perpetua para Fabre por ser quien prendió fuego a la víctima y lo propio para Suárez, considerando que no hizo nada por evitar el crimen.
La disconformidad de la madre de la víctima
La madre de Carlos David Casas, Isabel González, manifestó a La Calle, su desacuerdo con la pena dada a Suárez. "No estoy de acuerdo. Esa condena es para un ladrón, no para un asesino. Digo esto porque Suárez no defendió a mi hijo que estaba indefenso. ¿Por qué no hizo nada, por qué no le dijo que no prendiera fuego? Quiero que se revea la sentencia a Suárez porque ellos en todo momento estuvieron juntos desde que salieron de la Comisaría Primera después del hurto por el que fueron detenidos. Andaban los dos juntos en la calle".En cuanto a que gracias a su observación de la habitación tras el hecho se descubrió que no había sido un simple incendio, sino un hecho doloso con una persona asesinada de por medio, rememoró: "Me di cuenta porque faltaba una mochila verde y una bolsa con ropas que eran de Pancho Larumbe, el hombre que estaba en la Basílica, la cama vieja de David, que se había comprado una nueva con el aguinaldo, y el colchón. Yo le decía que la tirara, que la sacara afuera para que alguien se la llevara, pero a él le gustaba. Era una cama antigua de cedro con espaldares tallados".
