Y continuó: "En eso golpean la puerta, yo atendí mientras hablaba con mi supuesto nieto que me decía, abuelo cuántos dólares tenés, dale toda la plata al señor que está ahí que es el hijo de un contador del banco y te van a hacer un favor, él es del banco y te van a cambiar todos los dólares. Bueno así me apabullaron y terminé dándole toda la plata, siempre pensando en que me estaban embaucando", aseguró resignado Alejandro.
"Lo más sorprendente es que la voz de mi supuesto nieto, era como la de mi nieto, hablaba igual, pero parecía que no era él. Todo el mundo siempre habla que cuando alguien cae embaucado en esto, dicen que uno es un tonto, pero hay que estar. La verdad es que me embarullaron. El supuesto bancario, que lo que menos parecía era un bancario porque le temblaban las manos, me apabullaba con explicaciones del cambio de nominación, mi falso nieto me mantenía con la línea ocupada para que nadie me llamara y yo no pudiera llamar para preguntar sobre lo que me decían, porque yo no tengo celular", aseguró el jubilado.
Consultado sobre si no se dio cuenta que el martes, día en que ocurrió el hecho, era feriado, Alejandro respondió: "Sí, pero me dijeron que era una habilitación, una atención especial por la amistad para que pudiera cambiar los dólares, en eso yo le digo al supuesto bancario: permitime hablar con mi nieto, entonces él me dice: "no su nieto ya no está" y me pasa con un supuesto contador del banco. Yo escuchaba voces en el teléfono, de mujeres, entonces le pregunté ¿qué es ese barullo?, él me respondió: "Acá en el banco está lleno de gente para hacer la operación del cambio nominal, eso que queremos que usted haga. Su nieto está arriba y ya tiene la plata en el bolsillo", me respondió el supuesto contador por el teléfono, y bueno, le di la plata pero siempre me quedé con el pensamiento de que me habían embromado, bueno me comí el garrón", reconoció el jubilado ferroviario en declaraciones a diario El Sol de Concordia.