En ese sentido, señaló que "el juez Leandro Ríos interpreta que los talleres que nosotros impartíamos no eran de carácter privado, sino de carácter público porque se invitaba a la gente a participar de los mismos a través de las redes sociales, que supuestamente son de acceso público. A los talleres la gente tenía que acercarse por cuenta propia. Simplemente recibían información que también pueden encontrar en medios gráficos que se publican en el país y en medios virtuales que existen en internet sin restricción". "No es que el juez entendió que las plantas eran para comercializar, pero no le termina de cerrar que haya tenido 33 plantines en mi casa, semillas de cannabis guardadas, un par de frascos con marihuana que utilizaba para consumo personal. Por esa razón me procesa por la tenencia de cannabis, por la guarda de semillas y por la siembra de plantas destinadas al autocultivo", aseguró.
Resaltó que "la Corte Suprema ya se expresó varias veces frente a esta problemática, dejando en claro que las acciones privadas de las personas que no afecten a terceros están exentas de las opiniones de los magistrados y deben ser respetadas. En mi caso el cultivo que realizaba era dentro de mi casa, los vecinos lo sabían, porque así consta, pero no tenía ninguna denuncia ni ningún problema con ninguno de ellos, como tampoco con los agentes de la ley por los cultivos que realizaba. Era hecho en un ambiente privado sin afectación de terceros. Sin evidencias de comercialización el juez no debería estar juzgando este tipo de acciones que además van en contra de la cadena del narcotráfico. Si el consumidor puede autoabastecerse de la materia que va a consumir, no va a necesitar de un narcotraficante que se la venda. Persiguiendo a los cultivadores se está apoyando al narcotráfico. Si no se los deja cultivar se los está obligando a ir a comprarla al narcotráfico". Elonce.com