El cadáver de José Riera, un hombre que se dedicada al reparto de agua y era buscado desde la semana pasada, fue hallado en la fosa de un taller mecánico abandonado en el interior de una finca situada en el kilómetro 78 de la ruta nacional 40, a pocos metros de su domicilio.
El cuerpo, que se sospecha había sido cubierto de ristras de ajo, para evitar los hedores de la descomposición, presentaba signos de haber recibido golpes y heridas cortantes.
Poco después, la Policía detuvo al dueño de la finca, un hombre de 39 años y a su pareja de 32, quien trabajaba como empleada de la víctima.
Los integrantes de la pareja fueron inmediatamente detenidos y se especulaba de que iban a ser imputados por el crimen.
Según el portal de diario Uno, una de las hipótesis es que Riera mantenía una relación sentimental con la mujer, lo que habría ocasionado el conflicto fatal con su pareja actual.