"No nos mataron de casualidad", dijo, indignado.
Los ladrones ingresaron a su casa de Sarmiento al 900 este miércoles alrededor de las 3 de la mañana. A esa hora los tres integrantes de la familia dormían. Los delincuentes los despertaron con violencia, los maniataron y a Delicia lo colocaron boca abajo sobre su cama, con una almohada en la cabeza. Fue entonces cuando empezaron a descargar sobre él un golpe detrás de otro. Le pegaron tanto en un lado de su cabeza, que escucha muy poco de un oído, señaló.
"Nunca tuve la sensación de la muerte tan cerca", aseguró y eso que, destacó, sufrió dos asaltos a mano armada en el banco.
"¿Tengo que estar contento porque estoy vivo? Pensé que me mataban", repitió, con la voz entrecortada. (Rosario 3)