Policiales Millonario secuestro virtual

Entregó 3.000.000 de pesos porque le hicieron creer que tenían cautiva a su hija

Un vecino de la localidad cordobesa de Villa Carlos Paz denunció que entregó 3.000.000 de pesos por un secuestro virtual. El caso se agrega a episodios similares que reproducen en los últimos tiempos en diferentes puntos del país.
Policía de Carlos Paz
Foto: Policía de Carlos Paz
Crédito: La Voz de Córdoba
Pese a las campañas de prevención, a la difusión de casos, a la cantidad de relatos sobre damnificados en los que se describen las diferentes estrategias delictivas, la realidad indica que los secuestros virtuales continúan generando grandes réditos para los estafadores.

En las últimas horas se conoció un caso por demás llamativo: un vecino de Villa Carlos Paz denunció que entregó 3.000.000 de pesos en efectivo que tenía en su casa para una operación inmobiliaria a una banda que le hizo creer que acababa de secuestrar a una de sus hijas.

Una tortura psicológica que si bien en muchos casos sólo se encuadra judicialmente como estafa encierra mucho más que eso.

De manera paralela, en distintos puntos de la provincia de Córdoba asoman denuncias por casos consumados o intentos: la capital, Alta Gracia y Río Cuarto son sólo algunas de las urbes en las que se cuentan casos en las últimas semanas.

Cabe destacar que en varios de estos episodios, las víctimas se dan cuenta a tiempo de que están siendo engañadas y todo queda en un mero intento.

Esto hace que no denuncien, por lo que el mapa judicial sobre los secuestros virtuales termina por estar incompleto.

En varias investigaciones, los pesquisas han determinado que detrás de estos casos hay bandas lideradas por personas detenidas en cárceles de la provincia, que tienen acceso a celulares clandestinos y no dudan en pasar largas horas intentando una estafa tras otra.

Cuando las víctimas caen en el ardid, cómplices que se encuentran en la calle son los encargados de ir a recoger los botines.

Estos casos, cuando son revelados por la Justicia, abren un nuevo interrogante no sólo sobre cómo ingresan estos celulares en las penitenciarías, sino también sobre la escasa eficiencia de los inhibidores de señal.

El hecho en Carlos Paz

En lo que respecta al sugestivo caso ocurrido en Villa Carlos Paz, si bien se produjo el miércoles, todo trascendió ayer cuando lo divulgó el portal Carlos Paz Vivo!, ya que la Policía y la Justicia de esa ciudad hasta ahora no brindaron información oficial.

La víctima fue un conocido vecino de barrio Villa Domínguez, quien el miércoles recibió un llamado al teléfono fijo de su domicilio. Del otro lado, apareció la voz de una joven angustiada que le decía que acababa de ser secuestrada. El hombre creyó que se trataba de su hija. A partir de ese momento, los nervios nublaron todo. La falsa hija le contó que los secuestradores tenían intervenido el celular del hombre, le pidió que lo apagara y que sólo se quedara con el teléfono fijo. Luego, uno de los delincuentes, en tono severo, lo amenazó con que debía juntar todo el dinero que tenía en mano para evitar un desenlace trágico. Minutos después, un muchacho tocó la puerta de la casa y se llevó el bolso. Adentro, había 3.000.000 de pesos en efectivo que el hombre había retirado para realizar una operación inmobiliaria que se postergó a último momento.

¿Acaso esta vez no se trató de un secuestro virtual al voleo sino que la banda actuó con un "datero" y planificación? La pregunta sobrevuela a los investigadores, según dijeron ayer fuentes policiales al diario La Voz

Lo concreto es que todo había sido falso. Cuando la hija apareció, sana y ajena a todo lo ocurrido, el hombre cayó en la cuenta de que había sido engañado y sufrió una descompostura.

Días antes, a finales de noviembre, otro banda (¿o la misma?) se llevó un importante botín al estafar a un vecino de Cerro de las Rosas, de la ciudad de Córdoba, que terminó por entregar 4.500 dólares en efectivo para que liberaran a su hija, quien en realidad tampoco había sido secuestrada.

Recomendaciones: Para estar atentos

Desconfiar y cortar de inmediato la comunicación.

No dar datos. No brinde ninguna información a la persona que lo está llamando, de ningún tema y menos sobre familiares que estuvieran ausentes en ese momento. Pida un teléfono de contacto y corte.

Falsos funcionarios. Por lo general, los delincuentes al comienzo de las llamadas se pasar por policías, inspectores municipales o médicos.

No haga caso e interrumpa la comunicación. En caso de accidentes en la vía pública, la Policía informa personalmente.
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