Policiales Comenzó el juicio

Fiscalía pedirá perpetua para el acusado de matar a militar retirado

Comenzó el Juicio Oral y Público contra Ariel Morales, de 33 años, principal acusado en el marco de la causa por el brutal asesinato del teniente coronel del Ejército retirado José María Romero. La Fiscalía adelantó el pedido de condena.
Este lunes por la mañana fue la primera audiencia contra Ariel Morales, acusado de asesinar a José María Romero, de 83 años, el 7 de agosto pasado.

A más de cuatro meses de haberse cometido el crimen, en los Tribunales de Gualeguaychú fue la primera de las audiencias del Juicio Oral y Público contra Ariel Morales, de 33 años de edad, principal acusado en el marco de la causa por el brutal asesinato del teniente coronel del Ejército retirado José María Romero, de 83 años, el 7 de agosto pasado.

El Tribunal de Enjuiciamiento está integrado por los magistrados Alicia Vivian, Mauricio Derudi y Exequiel Dumón. La acusación está a cargo del Fiscal Coordinador, Lisandro Beherán, mientras que la defensa del acusado es ejercida por el abogado Pablo Di Lollo.

Durante la primera jornada, que duró hasta las 14, declararon 9 funcionarios policiales y también el acusado, quien negó ser el autor del crimen y e insistió con que es inocente. La segunda audiencia será hoy por la mañana, donde se espera que declaren cuatro policías más y seis testigos, todos conocidos y allegados a la víctima o a Morales. El juicio terminará el martes próximo.

Además, la Fiscalía adelantó que va a pedir la prisión perpetua para el acusado, y que la figura por la cual se lo enjuicia es la de "homicidio conexo con el delito de robo", según el Artículo 80 inciso 7 del Código Penal.

El crimen
Ariel Morales fue detenido el 10 de agosto en la localidad bonaerense de Campana. Es el único imputado por el crimen del teniente coronel del Ejército retirado José María Romero, cuyo cuerpo sin vida fue hallado en su vivienda de San Martín al 300 el pasado 7 de agosto.

Morales había conocido a Romero durante el pasado verano, y conocía muy bien la casa donde residía el ex militar, ya que había estado realizando trabajos de pintura en la misma.

Según la investigación, Morales, después de asesinar a golpes al anciano, se apoderó de una importante suma de dinero que había en la vivienda y de varios efectos que pertenecían a la víctima.

En dos allanamientos que se llevaron en la mencionada localidad bonaerense, se secuestraron unos 25 mil pesos, tres armas, ropas y la documentación personal de Romero, como así también un automóvil que Morales había adquirido con parte del dinero que robó.

La autopsia había determinado que el ex teniente coronel fue atacado a golpes de puño y con saña, luego de que sus muñecas fueran atadas con precintos. Éstos fueron colocados en ambas muñecas, y un tercer precinto se utilizó para tomar ambos brazos. Ello le impidió a Romero ofrecer una resistencia mayor.

Los golpes fueron todos en la parte derecha. Uno de ellos en la cabeza, efectuado con la mano abierta, otro con un puño que le dejó el ojo "en compota" como en el boxeo, otro en lado derecho de la cara, uno al menos en la oreja, que quedó como azulada y uno o más golpes en las costillas.

Se determinó que no hubo infarto, si bien Romero pudo haber fallecido por el dolor causado por los golpes.

Tras el crimen, personal policial de la División Homicidios de Gualeguaychú realizó una serie de operativos que llevaron a que se realice un allanamiento en Campana, más específicamente en el Barrio San Felipe, donde terminaron apresando a Morales. (El Día)
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