Policiales "No hay nada de nada", dijo comerciante

A dos meses, no hay ninguna pista por el millonario robo a una pinturería

De no surgir un dato esclarecedor, la causa está destinada al archivo. Existieron pedidos de allanamientos y la sospecha de un posible autor, pero las medidas no se concedieron por falta de pruebas y hasta ahora ganó la impunidad.
Pasaron dos meses de aquella mañana del 25 de septiembre cuando se conoció el espectacular robo que se concretó en la pinturería Salto Grande, en Gualeguaychú. La espectacularidad se debió a la forma en que se cometió el hecho, algo nunca visto en la ciudad hasta ese momento. Fue un "trabajo" digno de profesionales.

Para nada esto intenta ser una apología del delito. Del robo de guantes blancos. Pero lo cierto es que se cuidaron todos los detalles y esto permitió que hasta ahora, los responsables de la investigación, no tengan nada para llevar a los responsables ante la Justicia. Sólo aguardan por algún dato anónimo, de alguien que haya quedado afuera del negocio, que delate a los autores y permita reactivar el caso.

El robo de un millón y medio de pesos dejó en evidencia que los delincuentes conocían muy bien cada rincón del comercio. Sabían el lugar preciso dónde estaba colocada la caja fuerte, estaban informados sobre el caudal de dinero que se guardaba, conocían el punto exacto donde apuntaban los sensores de la alarma, y por supuesto, llevaron el equipamiento necesario para dar el golpe.

Entraron y salieron por un hueco que abrieron en el techo, sin ser detectados por las cámaras de seguridad vecinas. No dejaron rastros. Y en un primer momento se sospechó que los responsables no eran de Gualeguaychú. "Entraron por el techo a un depósito en la planta alta donde estaba la caja fuerte, antigua, empotrada, grande. Vinieron con soplete, serrucho, levantaron la chapa, cortaron unos tirantes, sacaron unas tejas. Vinieron preparaditos con todo. Sopletearon la caja, sacaron el dinero y salieron por el mismo lugar por el que entraron", resumió Claudio Hojman, el responsable de la firma, pocas horas después de conocer el hecho.
La fiscal Carolina Costa, que está a cargo de la investigación, solicitó la realización de cinco allanamientos al juzgado de Garantías de Tobías Podestá, pero el magistrado no los otorgó porque consideró insuficientes las pruebas que fueron acercadas por la Policía. Para violentar un domicilio, un Juez debe tener fundados elementos porque en caso contrario le puede ser reprochado por las autoridades judiciales. Además, Podestá recién acababa de asumir el cargo que subrogaba Mario Figueroa.

La Policía centró sus sospechas en un joven que actualmente está condenado a prisión condicional por un robo que se cometió con la misma modalidad: levantando las chapas del negocio. Este joven fue visto en compañía de otro sospechoso que también estuvo involucrado en otro hecho que fue llevado a la Justicia. Para ellos eran los pedidos de allanamiento, pero las pruebas presentadas en su contra no eran suficientes.

La Fiscal obtuvo un audio de Whatsapp de uno de los sospechosos en el que manifestaba que no estaba para cosas chicas: "yo ahora estoy del millón para arriba", y en su estado de Whatsapp decía: "una vida de lujo". Esto no es prueba de nada, pero podría ser el puntapié inicial para investigarlo más de cerca si se tiene en cuenta que es una persona en situación de indigencia.

En cuanto a las filmaciones de las cámaras de seguridad, lo único que se obtuvo fue la visualización de un auto parecido al que posee el sospechoso de Ceibas; y los rastros dactilares levantados en la pinturería se confirmó que no eran aptos para el cotejo.

"No hay nada de nada", indicó Hojman cuando se lo consultó por alguna novedad sobre el robo del cual fue víctima y que acaparó la atención de la opinión pública en el mes de septiembre, cuando la delincuencia le ganaba por "afano" a la Policía. (Fuente: El Día)
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