El hecho tuvo lugar el pasado sábado sobre las 7 y media de la mañana, en circunstancias que el camión que circulaba por la ruta 23 comenzó a derramar la sustancia, de color naranja, dejando un reguero de 5 kilómetros de longitud sobre la cinta asfáltica. Un automovilista domiciliado en la localidad uruguaya de Mercedes, que transitaba detrás del transporte, advirtió a su conductor lo que estaba ocurriendo, pero el camionero hizo caso omiso y decidió seguir la marcha.
En esos momentos llovía intensamente y el automovilista comenzó a notar que su auto estaba perdiendo la pintura, precisamente porque el hidróxido de sodio se activa en contacto con el agua. La Ruta 23 debió ser cortada por la Policía Nacional de Tránsito y se hicieron presentes los Bomberos. Al parecer, el conductor del camión fue convocado a presentarse ante los Tribunales de San José.
El mismo sábado, desde la Policía de Tránsito uruguaya se dijo que el camión que protagonizó el derrame trasladaba la peligrosa sustancia química hacia Kemira, la planta que opera dentro de la Zona Franca donde se encuentra la pastera de UPM en Fray Bentos y que suministra los insumos químicos necesarios para la fabricación de celulosa.
Sin embargo, este lunes, poco después del mediodía, la información fue modificada y se informó que el camión que derramó el hidróxido de sodio no iba con destino a Kemira. "Este dato es incorrecto", corrigieron los medios uruguayos, sin precisar fuente alguna.
Lo cierto es que el hidróxido de sodio en solución con sulfuro de sodio, se usa para la disolución de la madera, permitiendo obtener la celulosa relativamente pura. En Fray Bentos no hay ninguna industria que utilice hidróxido de sodio, ya que allí no existen fábricas de detergentes, industria farmacéutica alguna ni tampoco plantas procesadoras de aluminio, que son las que también utilizan dicho insumo en sus manufacturas.
El hidróxido de sodio se encuentra catalogado en la Clase 8 del Manual de la Organización de Naciones Unidas y la Guía 154 para Sustancias Toxicas advierte que la inhalación, ingestión o contacto de la sustancia con la piel, puede causar lesiones severas, quemaduras, daño en tejidos con el transcurso del tiempo e incluso provocar la muerte. La dilución con agua es corrosiva y tóxica y puede causar contaminación severa. (Fuente: Radio Máxima)