Los hechos, por causas que la Justicia todavía evalúan, se registraron alrededor de la medianoche, una hora después de finalizado el cotejo que por la Superliga jugaron Unión y Patronato , de Paraná, que finalizó igualado 2 a 2.
Según los investigadores, hubo una fuerte discusión entre un grupo de simpatizantes que permanecían en el club, cuando de pronto se escucharon las detonaciones y comenzaron las corridas. Dos policías que permanecían en las inmediaciones del club asistieron a Cabrera y lo trasladaron en un patrullero hasta el Hospital Provincial "Dr. José María Cullen", ubicado a 12 cuadras de Unión.
Sin embargo, los médicos de guardia que lo recibieron comprobaron que el joven había fallecido como consecuencia de cuatro balazos que le impactaron en tórax, axila izquierda, axila derecha y mano derecha.
Las autoridades policiales ordenaron un rastrillaje por las inmediaciones del estadio y a 80 metros de la escena del crimen fue secuestrada una pistola 9 milímetros en óptimas condiciones de funcionamiento y con evidente olor a pólvora.
Simultáneamente, a tres cuadras del asesinato (bulevar Pellegrini y Francia) fue hallado un hombre herido en la cabeza, que identificaron como C. L. G. de 33 años, el que fue asistido en primera instancia por un médico de una ambulancia del Servicio Integrado de Emergencia Sanitaria (Sies) 107, y posteriormente derivado al hospital Cullen. Lo curioso es que cuando iba a ser asistido por los médicos de guardia se escapó corriendo, lo que refuerza la sospecha de su presunta relación con el crimen de Cabrera.
El caso está en manos de la fiscal Cristina Ferraro, de la Unidad Especial de Homicidios del Ministerio Público Fiscal.
¿Venganza?
Las cámaras de videovigilancia ubicadas en la zona detectaron la presencia de dos motociclistas que se acercaron a la víctima y le dispararon, y se escaparon a toda velocidad hacia el cardinal norte. Leguizamón falleció horas después en el nosocomio, publicó La Nación.
