Durante el fin de semana, delincuentes ingresaron saltando el muro perimetral de una casa vecina que da con el galpón. Una vez adentro, hicieron un boquete en la pared de aproximadamente 50×36, al parecer con datos muy precisos, ya que ingresaron directamente a la oficina administrativa del taller. Al intentar ingresar, se toparon con un obstáculo: una heladera la cual tuvieron que correr para dirigirse hacia un armario donde había una cajita pequeña que contenía la suma de dinero de $150.000 pesos, que estaba destinada al pago de los sueldos de los empleados. El dueño de la empresa se mostró indignado por la inseguridad vivida y el mal momento de la situación. La División Investigaciones de la policía se encuentra investigando las cámaras de seguridad de la zona para tratar de dar con el o los delincuentes.
Según indica diario El Sol, lo llamativo del hecho es que el ladrón tenía datos concretos del funcionamiento del establecimiento, ya que al ingresar por el boquete a la oficina administrativa no intentó seguir hacia el taller principal, donde seguramente la alarma de seguridad se hubiese activado.