A la llegada de otro móvil, pudieron entre todos los funcionarios sostener a los más revoltosos recibiendo improperios de grueso calibre y algunas trompadas. Unas piedras ocasionaron la rotura del vidrio de un negocio de comidas rápidas, por lo cual no les quedó otra a los policías que dar intervención al fiscal en turno, quien dispuso que los aprehendidos sean trasladados de inmediato a la sección alcaidía y que se inicie causa por el supuesto delito de "Daño en flagarancia".
Algunos jóvenes al ver la llegada de los patrulleros huyeron, y los que quedaron, acusaron a quienes se fueron de haber provocado el incidente que produjo los daños.
Los padres de los involucrados se hicieron presentes en la Policía reclamando que sus "nenes" no habían regresado a sus hogares, anoticiados de lo que había pasado, algunos expresaron su conformidad con el accionar policial que impidió siguiera el conflicto y que resultaran heridos, considerando que era un buena lección que hubieran estado detenidos unas horas, pero otros protestaron airadamente porque los hijos de ellos son modelos de conducta y convivencia y que jamás podrían haber roto el vidrio del local de comidas rápidas y menos agarrarse a trompadas con sus amigos, haciéndose acompañar por abogados, para que inmediatamente se los dejaran en libertad. (El Sol)