Policiales Concordia

Sin detenidos por el asesinato del motociclista en una presunta persecución

Se presume a Mario Alberto Ledezma lo atacaron en medio de una persecución cuando circulaba en su motocicleta, y después de haber recibido al menos cinco disparos de arma de fuego, aún con vida, se arrastró hasta un campo cercano.
Mario Alberto Ledezma, 38 años, fue hallado muerto en la mañana de este viernes sobre un camino de ripio que une Estancia Grande con Colonia Yeruá, en la zona rural del departamento Concordia).

El hecho ocurrió en un lugar maldito, en la puerta del establecimiento donde ocurrió la masacre Bressán: un adolescente de 17 años ejecutó a balazos a su padre a la pareja de éste y al pequeño hijo de ambos de tan solo tres años, en el 2007.

Según publicó Diario ElSol, a Ledezma lo atacaron en medio de una persecución cuando circulaba en su motocicleta Yamaha de 200cm3 color gris sin chapa patente, y después de haber recibido al menos cinco disparos de arma de fuego, aún con vida, se arrastró hasta un campo cercano.

Un vecino vio el cuerpo y lo primero que dijo fue: "Este hombre no es de nuestra zona", desestimando que sea un lugareño. Ya con intervención del fiscal de turno Dr. José Arias, tras un rastrillaje en la zona se hallaron huellas de motos y cinco vainas servidas calibre 9 milímetros.

Pero sobre el cuerpo de la víctima no había ningún indicio que aportara a encaminar la investigación: en su ropa no llevaba el DNI, ni la documentación de la moto, pero si su celular y 250 pesos en el bolsillo, con lo cual, en primera instancia se descartó el móvil del robo.

Luego de ser identificado, se supo que Ledezma se domiciliaba en calle Moulins y Antonio Báez del barrio San Miguel II, y que era padre de dos hijos.
No fue un accidente y tampoco un robo
Sobre el hecho de sangre, el jefe de la comisaría de Colonia Yeruá, el oficial Hasenauer, indicó a El Sol: "Alrededor de las 10:20 hs se recibe un llamado del 101, donde me ponen en conocimiento de un posible accidente de tránsito con una persona lesionada en el ripio que une Colonia Yeruá con Estación Yeruá. Nos dirigimos hacia el lugar y a 8 kilómetros de nuestra comisaría y a 1.500 metros, al este de Estación Yeruá, nos encontramos con una persona de sexo masculino tirada en el piso, una moto al lado de él y en primera instancia se constata que estaba sin vida".

"Entre los detalles que se observaron fue que había un disparo de arma de fuego, o similar en el tanque de combustible de la moto -detalló- por lo tanto se dio intervención al fiscal en turno. Se hizo presente el Dr. José Arias y toda la superioridad policial de las distintas divisiones que componen la jefatura para trabajar en lo que es pericias".

El oficial explicó que "del trabajo realizado en forma inmediata al recorrer el lugar del hecho, a unos 250 metros, al oeste, de donde se encontraba el cuerpo, se encontraron cinco vainas servidas de calibre 9mm., la huella de una moto que dobló en u, y otra de una segunda motocicleta que hasta el momento no la tenemos identificada". Cuando se le preguntó al oficial si el fallecido habría sido baleado con la moto en movimiento, éste respondió: "Es lo que tenemos desde el lugar donde fueron localizadas las vainas hasta el lugar donde cayó la persona; circuló estando herido unos 250 metros, cuando se dirigía en dirección a Estación Yeruá, pero la otra moto dobló en `U´ donde se habrían efectuado los disparos. Alrededor de las 10 de la mañana no hubo nada y un vecino que fue y volvió las 10:20 hs. se encontró con la escena del crimen y avisó a la policía".
"Pedimos justicia, pedimos saber por qué lo mataron"
Ceferina Acosta, su madre, estaba destrozada. Precisó que no había recibido ninguna información por parte de los investigadores y que se enteró de la muerte de su hijo a través de las redes sociales.

"Me enteré en Facebook, cuando publicaron una foto de él. No me habían avisado nada cuando en realidad el crimen fue de mañana. Vinimos a la jefatura y la gente de Investigaciones me contó cómo fue y estamos esperando que me den más información", relató a ElSol.

"Nosotros vivimos en el barrio San Miguel II, él vivía en la parte de atrás de mi casa. No sé con quién fue y por qué a ese lugar (donde murió)".
Su madre pidió justicia. Dijo desconocer qué hacía su hijo en ese lugar.

Consultada por El Sol cuál era la ocupación de su hijo, precisó que Ledezma era cuidador de caballos, con otro vecino del barrio La Colina. "La policía me pregunta cosas y yo no sé nada. No sé si fue con alguien o qué hacía allá. Yo no tenía mucho contacto con él, solo sé que se dedicaba a eso", dijo.

La víctima fatal estaba casado y era padre de dos hijos. "Tenía una nena de 4 años y el chico de 14". Cuando se le preguntó si sospechaba de alguien, respondió: "La verdad que no sé, tuvieron mucha saña. Yo no sé nada, no se qué contestar, no sé porque me lo mataron", detalló.

Por último, la mujer pidió justicia y que se investigue la muerte de su hijo. "Esperamos por justicia, que la justicia de Dios descienda y de con los autores del hecho", dijo acompañada de una amiga.
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