En un determinado momento de la conversación, se le otorgó entidad al llamado en razón de que poseía cierta precisión en algunos datos filiatorios. La operatoria exigía que la titular del beneficio debía estar a una hora señalada en el cajero automático del Banco de Entre Ríos y que en esos momentos recibiría otra llamada con las instrucciones y los distintos códigos necesarios para materializar el depósito del importe.
Familiares tomaron conocimiento del llamado y realizaron una consulta telefónica con una abogada previsionalista, quien terminó por confirmar que de ninguna manera el trámite respondía a la operatoria normal de la Anses y que se trataba de una estafa.
A la hora convenida para que la titular se presentara en el cajero automático, el supuesto agente llama nuevamente, y esta vez es atendido por familiares de la jubilada. Interrogado sobre ciertas inconsistencias terminó por desbaratar su falso argumento al identificarse como Emilio Basavilbaso, es decir el actual titular y Director Ejecutivo de la Anses a nivel nacional.
Esta práctica es muy común, son muy frecuentes estos llamados con esta argumentación truculenta. Cuando el destinatario del cuento se presenta ante el cajero automático, las instrucciones que recibe son para transferir fondos de su cuenta (si los tiene) a la cuenta del delincuente. (Paralelo 32)