Según se destacó, las detenciones se dieron en el marco de operativos dispuestos en torno al recital que tuvo allí como principal animador al disc jockey israelí Guy J. De las tareas de control, también formaron parte agentes de la Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana de la Municipalidad y paramédicos del Sistema Integrado de Emergencia Sanitaria (Sies).
El personal interviniente secuestró gran cantidad de diversas drogas, entre ellas pastillas de éxtasis, marihuana y ketamina. Los operativos se iniciaron a última hora del sábado y se extendieron hasta la madrugada de ayer, cuando finalizó el recital.
Tras las detenciones y el decomiso de los estupefacientes, se le dio intervención al Juzgado Federal Nº 3 de Rosario, a cargo de Carlos Vera Barros, quien en las próximas horas deberá disponer la situación procesal de los detenidos.
Los operativos se dieron en el marco del protocolo que se lleva adelante en las fiestas electrónicas que se desarrollan en la ciudad y que se confeccionó luego de la muerte de dos jóvenes en un evento de este tipo en la localidad de Arroyo Seco, en enero de 2017.
La normativa que se puso en marcha después de esa trágica rave dispone la obligatoriedad de instalar puestos de hidratación con paramédicos en el lugar, al igual que ambulancias de alta complejidad con médicos y un móvil de Tránsito para escoltarlas en caso de emergencias.
Antecedente
En abril de este año, un joven de 24 años había terminado internado en terapia intensiva luego de sufrir una falla multiorgánica que le provocó compromiso encefálico, hepático, hematológico y renal. Se descompensó en el marco de una fiesta electrónica que se desarrolló también en el Salón Metropolitano.De acuerdo al relato de algunos testigos, el muchacho habría entrado en estado de alteración debido a la ingesta previa de pastillas, y luego, dentro del recinto habría consumido nuevamente, lo que habría provocado el desenlace.
Los análisis de laboratorio que se le practicaron habían detectado la presencia en su organismo de anfetaminas.
De acuerdo a lo que consignaron las autoridades municipales, se trató del primer caso de un joven gravemente descompensado desde que se había implementado el protocolo para fiestas electrónicas.
Por esos días, el secretario de Control y Convivencia del municipio, Guillermo Turrin, había considerado: "La experiencia de Cromañón (de diciembre de 2004 en Buenos Aires) llevó a muchas ciudades a cerrar sus boliches, Rosario decidió mantenerlos abiertos, trabajar en forma conjunta con los comerciantes para optimizar las cuestiones de seguridad; y cuando muchas ciudades decidieron cerrar las fiestas electrónicas nosotros decidimos que la gente se divierta de una manera segura".
