Se trata de los policías José Sebastián Cabrera y Daniel Gallo, quienes están imputados por el hecho que tuvo lugar en las inmediaciones del Parque Paz Carrera de la ciudad de Diamante, durante la noche del 25 de febrero de 2012, entre las 21.30 y las 22.
En ese lugar se había producido un altercado, por el cual alguien llamó a la Policía. Primero llegó un patrullero con los dos imputados, y encontraron al muchacho de apellido Jiménez junto a su entonces novia, menor de edad.
En la jornada de ayer, la segunda del juicio, declaró el joven que actualmente se encuentra alojado en la Unidad Penal de Victoria cumpliendo una condena por robo. En su relato, ratificó su denuncia de haber sido golpeado por Gallo, mientras que Cabrera quiso tocar a su ahora expareja. Por su parte, la chica también declaró ayer como testigo y refirió que el uniformado la quiso palpar y ella no quería dejarse tocar. También fueron a dar testimonio las madres de cada uno de ellos, quienes refirieron las situaciones posteriores al hecho.
Finalmente, los dos imputados brindaron sus declaraciones indagatorias, en los que clamaron por su inocencia y negaron tanto las agresiones como el abuso al sostener la legalidad del procedimiento al que acudieron por orden de sus superiores.
Al momento de los alegatos, la fiscal Mónica Carmona consideró demostrada la hipótesis de la acusación. Por un lado, estimó veraces los relatos de las víctimas, los que sustentó en otras pruebas, publicó Uno.
Por ejemplo, en lo declarado por la psicóloga oficial, Mariela Darrichón, quien entrevistó a la chica y le dio credibilidad a su relato sobre lo ocurrido aquella noche por el notorio trauma que padeció debido al abuso perpetrado por uno de los uniformados. La representante del Ministerio Público pidió tres años de prisión condicional al acusar a Gallo por el delito de Severidades y Lesiones leves, y a Cabrera por Abuso sexual simple.
Por su parte, el abogado defensor Marcos Rodríguez Allende planteó que la versión de los imputados se encuentra demostrada por los testimonios de otros dos policías que llegaron al lugar del hecho minutos después de los primeros. El oficial de calle de apellido Reyes, y el chofer del patrullero de apellido Niemiz, sostuvieron que presenciaron el momento del arresto de Jiménez sin observar excesos, y que no vieron a la novia en el lugar.
Además, el defensor remarcó contradicciones entre los relatos de Jiménez y de su expareja en el debate sobre el desarrollo del episodio, y planteó que solo sus denuncias sustentan la acusación. Por esto, reclamó la absolución de culpa y cargo para ambos policías, quienes están en estado de disponibilidad en la fuerza desde hace más de seis años.
El presidente del Tribunal de Juicio, Alejandro Cánepa, dispuso un cuarto intermedio hasta el martes a las 8, cuando adelantará la resolución de la sentencia.
