En la inspección de rutina, como se hace comúnmente con todos los micros de larga distancia que se dirigen hacia la Capital Federal, se sospechó de un hombre que intentó ocultar sus efectos personales. Ante tal circunstancia, los uniformados tomaron su equipaje de mano y al revisar el interior hallaron 200 aparatos de telefonía celular de diversas marcas y modelos de "última generación", pero ninguno de ellos tenía la documentación que avalara el legal ingreso al país.
Inmediatamente se puso en conocimiento al Juzgado Federal de Concepción del Uruguay, que dispuso la detención del paraguayo, como así también se encomendó la averiguación de antecedentes en relación al caso.
Según la estimación del personal de Aduana Gualeguaychú, el valor de mercado de los teléfonos secuestrados ronda los 4 millones de pesos.