Policiales Médicos del IPP imputados

Seis testigos declararon en la causa por apropiación de bebés en la dictadura

La última jornada de esta semana cerró con seis testigos. Entre ellos, se destaca el relato de una ex enfermera del IPP y de Alicia Dasso, que relató pormenores del encuentro entre Torrealday y Estela de Carlotto.
Este viernes terminó la primera semana de audiencias en el marco del juicio que investiga la responsabilidad en delitos de lesa humanidad a los tres propietarios del Instituto Privado de Pediatría: Miguel Torrealday, David Vainstub y Jorge Rossi.

La causa derivó después del juicio Hospital Militar, en el cual se comprobó que los mellizos de Raquel Negro y Tulio Valenzuela fueron derivados al IPP para luego ser dados de alta el 27 de marzo de 1978 y no se supo cuál fue su destino. Seis testigos recibieron el interrogatorio de las partes durante la jornada de viernes. Cabe recordar que la querella está compuesta por Marcelo Boeykens en representación de la melliza Sabrina Gullino y los patrocinadores de los organismos de Derechos Humanos. Por su parte, la fiscalía está a cargo de José Candioti y Carlos García Escalada. Las defensas son llevadas adelante por Walter Rolandelli y Miguel Cullen, entre otros.

De las testimoniales de este viernes se destacaron tres: la de Alicia Perica Dasso, la de Stella Maris Cuatrín y la del pediatra Ramón Víctor Lozze.

Dasso explicó detalles de cómo fue el encuentro que tuvieron en el año 2000 entre Torrealday y Estela De Carlotto, titular de Abuelas de Plaza de Mayo: "A través de un amigo en común, Jorge De Breuil, nos contactamos con Torrealday porque él quería hablar con Estela De Carlotto porque 'tenía algo que comentarle a las Abuelas'. Hablamos un par de veces por teléfono y en una de esas llamadas, Torrealday me dijo que unos mellizos que nacieron en el Hospital Militar habían pasado por el IPP", explicó Dasso.

Esto generó expectativas puesto que quienes estaban en la búsqueda de los mellizos, Sabrina Gullino recuperó su identidad en 2008, tenían cabos sueltos que Torrealday podía unir: "Cuando aparece esto se nos iluminó la lámpara, ya sabiendo de lo que se había escrito en los libros, pensando en quienes podían ser estos mellizos".

"Entramos y el doctor Torrealday ya nos estaba esperando en una salita. Estela le pide el libro (de Producción, donde se registraban los ingresos/egresos del IPP) donde dice que hay unos mellizos que pasaron por ahí. Nosotros fuimos con las fechas concretas, así que fuimos directo a las hojas de marzo y a partir de ahí empezaron a surgir algunas preguntas", explicó Perica.

Una de esas dudas se basó en qué pasó el día que se les dio el alta a los mellizos, el 27 de marzo del 78: "Él nos dijo que una noche fueron, pagaron y se fueron", aseguró. Luego respondió que no había facturas ni registros de ese egreso, argumentando que en el marco de refacciones del Sanatorio del Río, estas pruebas se perdieron.

"No confirmamos nada, nos habíamos quedado con una cantidad de preguntas sin hacer", aseguró Dasso en relación a los momentos posteriores al encuentro.

Ante las preguntas de la defensa, Dasso confirmó que la reunión fue de común acuerdo y que Torrealday le informó por teléfono que les iba a comunicar a sus socios del directorio, que había tomado la decisión de hablar con Abuelas de Plaza de Mayo.

Cuatrín confirmó que los mellizos estuvieron en el IPP
Si bien la sentencia de Hospital Militar ya lo confirmó, en este juicio se van ratificando algunas de las conclusiones de aquel fallo judicial. Stela Maris Cuatrín fue enfermera del IPP durante el año 78. Confirmó que Torrealday era su jefe junto a Ángel Schroeder, uno de los socios pero ya fallecido.

"Recuerdo que haya habido mellizos en el IPP durante ese año. Recuerdo un bebé que estaba identificado como NN, un gordito al que no iban a ver los familiares. Primero estuvieron en incubadora, después se pasó a cuna y después no sé, no supe más nada", explicó la ex enfermera quien aseguró que los datos y los ingresos y egresos se registraban en la parte administrativa.
Cuatrín aseguró que por el sistema de guardias rotativas cada 24 horas, "los cuatro médicos estuvieron a cargo de los mellizos" porque además, "otros médicos que no sean los propietarios no iban ahí".

En relación al estado de salud del mellizo varón, aseguró: "No me acuerdo que haya tenido una patología grave, porque uno grava eso en la mente. Lo único que sí, fue una dificultad respiratoria leve, algo así, pero nada grave porque no había respirador, no había nada en ese entonces en el IPP".

"Era un mellizo varón y una melliza mujer. Eran gorditos, estaban bien, tenían un buen peso, no era para estar mucho tiempo", insistió. En relación a que no iban familiares a visitarlos, Cuatrín aseguró que "cuando los chicos no tenían familiares, los teníamos alzados, siempre se le daba más cariño".

Además, confirmó que los mellizos de Raquel Negro y Tulio Valenzuela habían sido derivados del Hospital Militar. "Los mellizos eran López, uno de ellos era NN. Así figuraban", explicó.

Confirmó que eran seis las incubadoras y que la sala "no estaba muy llena, en general", lo que explica la imposibilidad de los médicos de no conocer quienes estaban en el interior de la neonatología del IPP.

La palabra de un socio de los imputados
En 1980, los socios del IPP crean una nueva empresa que se monta lindante al Instituto Privado: el Sanatorio del Niño. Ramón Víctor Lozze es uno de los nuevos socios que se sumaron al grupo empresarial a partir de la década del 80. En su declaración hizo dos aportes: por un lado, confirmó que de ningún modo el sistema de internación del área de neonatología del IPP podía ser abierto; por el otro, que el subsuelo del Sanatorio del Río (donde funcionaba el área de rayos) se inundaba ante cada lluvia fuerte.

El primer punto tiene que ver con la tesis defensiva de los médicos imputados, que señala la posibilidad de que distintos médicos internen a sus pacientes en el IPP y que sean ellos quienes llevan a cabo el seguimiento del internado: "Seguramente derivé un paciente al IPP, pero cuando uno internaba a un paciente ahí, lógicamente no lo atendía, sino que lo atendía el servicio de neonatología".

Luego, en relación al segundo aporte, el pediatra aseguró: "El sanatorio del niño tuvo un defecto de desarrollo arquitectónico, donde se creó un servicio de rayos en un sótano. Tanto así que todo lo que era resto de los baños, va a un pozo especial porque no permitían los niveles con las cloacas. En las grandes lluvias, si fallaba alguna vez ese motor (que falló alguna vez) a la doctora le pasaba que se le inundaba ese sótano".

Esto viene a colación que los médicos acusados aseguraron que en una inundación se perdieron las historias clínicas de los mellizos: Las inundaciones eran "frecuente en ese momento, hasta que los técnicos cambiaron los motores". "Nos traía problemas las grandes lluvias, al equipo de rayos nos causó graves problemas. Hubo casos de papeles que quedaron bajo el agua, pero no se específicamente que papeles. No había archivos ahí. Cuando vimos que era inundable, sacamos todo".

Las audiencias continúan el próximo miércoles a partir de las 10 de la mañana. (Analisis Digital)
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