Policiales Córdoba

Almacenero se resistió a un robo y lo mataron de tres balazos frente a su hijo

Fue abordado por dos ladrones cuando regresaba a su domicilio. Se trenzó en lucha con uno de ellos y el otro lo acribilló. "Acompañaba a mi hijo del colegio a casa por la inseguridad", dijo la viuda.
Un almacenero fue brutalmente asesinado en la noche de este jueves al resistirse a un asalto en la zona sur de la ciudad de Córdoba.

El episodio se registró en plena vía pública, en la calle Teniente Pedro Ignacio Bean al 300, de barrio San Fernando, cuando la víctima regresaba caminando a su casa, junto a su hijo de 17 años.

Paradójicamente, el hombre acompañaba al adolescente del colegio hasta su domicilio por temor a la inseguridad.

Las primeras informaciones aseguran que Eduardo Alberto Cuello, de 51 años, fue abordado por dos motochorros, en momentos en que se encontraba a sólo 80 metros de su domicilio.

El hombre se resistió al atraco, se trabó en lucha con uno de los delincuentes y el restante le propinó tres disparos: dos en el abdomen y otro en una pierna.
Cuello fue trasladado hacia el Hospital de Urgencias donde finalmente falleció en las primeras horas de este viernes. La Policía busca intensamente a los autores del brutal crimen.
Dramático relato de la viuda del almacenero
Karina Guevara, la esposa del almacenero brutalmente asesinado en las últimas horas en la ciudad de Córdoba, en diálogo con Cadena 3 realizó un estremecedor relato de cómo sucedieron los hechos.

La mujer, quien se gana la vida como empleada doméstica, aseguró que Eduardo Alberto Cuello (51) acompañaba todos los días a su hijo del colegio a la casa por una cuestión de inseguridad.

"Venía de traerlo a mi hijo del colegio. Siempre lo iba a buscar por temor a la inseguridad. En la esquina de casa, se metió una moto en contramano, los motochorros le apuntaron para robarle, él le dijo que no tenía nada y le dispararon", sostuvo.
"Mi marido tenía el celular y una billetera con poca plata. Mi hijo vio todo lo que le hicieron al padre", aseguró Karina con la voz quebrada por el llanto.

"No hay detenidos porque no se lo pudieron identificar ya que los delincuentes tenían cascos. Subsistíamos con la despensa", agregó.
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