Policiales Absurda excusa e investigación

La marihuana que "comieron las ratas": El denunciante es el único procesado

El juez procesó por malversación culposa de efectos públicos a un jefe policial. Es quien denunció la desaparición. No a quienes, desde dentro de la fuerza, la sustrajeron. El juez dio por hecho que el faltante reingresó al mercado ilegal.
La marihuana que "comieron las ratas"
Foto: La marihuana que "comieron las ratas"
Crédito: Archivo
Cuando el hecho quedó al descubierto, la primera explicación oficial de la policía fue que los casi 411 kilos de marihuana que faltaban se los habían comido las ratas que había en el depósito donde se almacenaba la droga secuestrada en diferentes operativos. Muy pronto la absurda excusa se desmoronó con el aporte científico de un licenciado en zoología y con otras pruebas. En las últimas horas, la Justicia procesó por malversación culposa de efectos públicos a un jefe policial. Curiosamente, es quien denunció la desaparición. No a quienes, desde dentro de la fuerza, la sustrajeron, quizás para reintroducirla en el mercado ilegal a través de narcotraficantes, según el informe publicado por el diario La Nación.

El juez federal de Campana, Adrián González Charvay, procesó sin prisión preventiva al comisario Emilio Portero, que en el momento en que se descubrió el faltante de la marihuana era jefe de la Subdelegación de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas y Crimen Organizado de Pilar, donde estaban almacenados diferentes cargamentos ligados a causas penales.

Según el juez federal, no existen dudas de que la desaparición de la droga tuvo como objetivo la "reintroducción" de la sustancia ilícita en el mercado ilegal. "La prueba reunida da cuenta de una importante informalidad en lo referente al manejo, registro y custodia de los efectos secuestrados recibidos en la Subdelegación Departamental de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas de Pilar durante la gestión de Portero. La forma de tomar conocimiento de lo que sucedía en la delegación, sumado a la elevada cantidad de elementos sustraídos, evidencia que no se trató de un eventual error o hecho aislado, sino que revela una total falta de control sobre el stock de bienes custodiados", sostuvo el magistrado.

Portero estuvo preso desde mediados de abril. González Charvay, al procesarlo, lo excarceló bajo caución juratoria y le trabó un embargo por 3.000.000 de pesos.

El juez consideró que en el expediente no hay elementos que conecten a Portero con el delito de sustracción o el tráfico de la marihuana desaparecida, pero "la intervención omisiva imprudente del imputado al infringir sus deberes de cuidados en la supervisión y coordinación en el ámbito de la Subdelegación de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas y Crimen Organizado de Pilar hicieron que el proceso de producción del resultado quede dentro de su esfera normativa de control".
Durante su declaración indagatoria, Portero, que asumió como jefe de la dependencia en abril de 2017, argumentó que él trataba de preservar el ingreso al depósito para evitar cualquier tipo de problemas. Pero afirmó desconocer si, eventualmente, alguien había hecho una copia de las llaves tanto de la puerta como del candado. Y agregó que cuando se "anotició" del faltante le ordenó a un oficial que mantuviera una entrevista con el juzgado federal de Campana para "hacer saber del suceso", pero que le había dicho que solo comentara que los paquetes estaban dañados, no que habían sido comidos por ratas.

Además de Portero, fueron indagados otros cuatro jefes policiales que habían revistado en distintos momentos en la dependencia donde se descubrió el faltante de marihuana. Esos imputados recibieron la falta de mérito, es decir que siguen ligados a la causa.

La pesquisa comenzó el 1° de agosto del año pasado cuando a los funcionarios del juzgado federal de Campana les informaron que el día anterior el oficial inspector Federico Chauman había hecho un control en el depósito judicial de la dependencia y al abrir la puerta "pudo divisar varios roedores [sic]de gran tamaño que salían corriendo y que a simple vista se podía observar que los panes de marihuana existentes en el lugar se hallaban masticados y con el envoltorio roto".

A partir de ese momento se hizo un control de la droga depositada. Se trataba de cargamentos secuestrados por órdenes de los juzgados federales de San Martín, Tres de Febrero y Campana.

Para la policía no había duda de que los envoltorios estaban en muy mal estado y con signos de haber sido atacados por los roedores. Por lo menos esa fue la información oficial. Pero la investigación echó por tierra la versión policial.

¿Y las ratas?

"La precaria hipótesis de que habrían sido ratas las que ingirieron el material estupefaciente faltante ha quedado claramente desvirtuada luego del testimonio brindado en autos por el licenciado en zoología, especialista en la materia, Carlos Alberto Galliari", afirmó el juez en su resolución.

El licenciado Galliari, en un mail enviado al correo electrónico oficial del juzgado federal de Campana, explicó: "El consumo de marihuana disminuiría en ratas su capacidad adaptativa para explorar y explotar el entorno en el que se mueven; más aún, su consumo disminuiría el potencial crecimiento poblacional de los ratones consumidores. De manera que el consumo de 800 kilos [la cantidad que en un momento se pensó que faltaba]es altamente improbable por más que haya habido una gran cantidad de ratas".
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