Todo sucedió luego de la finalización del partido postergado por el torneo del ascenso local, donde Pueblo Nuevo logró su primer triunfo del torneo venciendo a Juvenil del Norte 1 a 0. Inmediatamente al pitazo final del árbitro Oscar Aldás se produjo un tumulto que terminó en una batahola de la que tomaron parte jugadores de ambos equipos, que se propinaron golpes y patadas, supo El Día.
Quien se llevó la peor parte fue Rubén Paiz, jugador de Pueblo Nuevo, que en un momento de la trifulca recibió varios golpes de puño y patadas, inclusive luego de haberse caído al piso tras una de esas trompadas. Al menos dos jugadores de Juvenil del Norte tomaron parte de esas agresiones, aunque algunas versiones indicarían que fueron más los agresores.
Paiz se sintió mal al término del partido y fue derivado al Hospital Centenario, donde perdió momentáneamente el conocimiento y sufrió algunas convulsiones, que terminaron con su hospitalización, pasando la noche internado y recibiendo el alta recién este mediodía.
El jugador, junto a dirigentes de Pueblo Nuevo, radicó la denuncia por lo ocurrido en Jefatura Departamental.
