Consultado acerca de presos que continúan manejando sus "negocios" generalmente vinculados al narcotráfico desde el interior de las cárceles, el funcionario instó a que "quienes tengan pruebas que hagan la denuncia correspondiente". Y contó: "Nosotros tenemos distintos sistemas de seguridad, que obviamente son falibles. Tratamos de hacer los máximo posible con los recursos que tenemos. Se ha intentado instalar inhibidores de señales de celular, pero no han tenido el resultado esperado". "Tenemos 21 pabellones de alojamiento. Todos los días hacemos requisas en diferentes horarios y lugares donde sabemos que puede haber elementos prohibidos. En la mayoría salen positivos, pero son cada vez menos. No hay la cantidad de estupefacientes ni de celulares que la gente cree", enfatizó Ifrán.
Ratificó que "no hay internos con celulares autorizados, pero sí hay algunos que, lamentablemente, pueden ingresar eludiendo los controles que realizamos. Al encontrarlos los secuestramos dentro del marco de la legalidad y el interno es sancionado".
Interrogado acerca de los parámetros usados para alojar a los internos, expresó que se hace "por afinidad. Al detenido le hacemos un análisis del estado actual del interno con el grupo de profesionales y del delito por el que es apresado. En base a esto, lo tenemos un tiempo apartado de la población penal hasta que, con el conocimiento acabado, decidimos a qué pabellón destinarlo".