Según el denunciante, acordó el encuentro y la tarifa previamente y el hombre pasó a buscarlo por un cyber, ubicado en una esquina céntrica de la ciudad.
Siempre en palabras del denunciante, el acuerdo fue actuar como "pasivo y activo" por el espacio de una hora 30 minutos, a cambio de una tarifa de 1.500 pesos. Ahora bien, la pareja fue a un determinado lugar de la zona del balneario Thompson a concretar el encuentro sexual y, al volver al centro. Pero el cliente se negó a pagarle el dinero acordado, mostrando disconformidad con el servicio prestado.
Concretamente, el cliente le dijo que la performance no estuvo a la altura de los 1.500 pesos que quería cobrar, por lo que decidió abonar solamente 400 pesos.
Por este motivo, el muchacho decidió denunciar a su cliente y radicó su exposición de los hechos en la Comisaría Segunda de esta capital.