Al respecto, el querellante, Marcos Rodríguez Allende, consideró pertinente que la sociedad "escuche lo que pasó, preservando a las víctimas durante las testimoniales. Los alegatos y la sentencia deben ser públicas", dijo a Elonce TV.
El letrado expresó que "los testimonios serán extensos. Cada uno llevará varias horas".
Además, refirió que requirieron a monseñor Estanislao Karlic se lo visite en el lugar donde está residiendo, a fin de tomar allí declaración. En tanto, el arzobispo Juan Alberto Puiggari, ya notificó que testimoniará por escrito. Ilarraz llegó a los tribunales unos 45 minutos antes del inicio del proceso. El cura, que llegó acompañado por su hermano, no hizo declaraciones y recorrió el tramo hasta la Sala 1 con una fuerte custodia policial.
En los pasillos previos a la Sala, integrantes de la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico esperaron su paso al grito de "¡abusador! ¡abusador!". Una chica, hija de una víctima del cura, rompió en llanto al verlo pasar. "Esperamos un castigo ejemplar. Una sentencia que signifique una reparación histórica", dijo Liliana Rodríguez, integrante de la Red, al precisar cuál era la expectativa de la agrupación frente al proceso. "Esta sentencia tiene que ser una reparación para los valientes que se animaron a hablar. No es que esperaron treinta años. Pudieron (hablar) después de treinta años", dijo Rodríguez, que además es psicóloga. El juicio - a cargo del tribunal integrado por Alicia Vivian, Carolina Catagno y Gustavo Pimentel - será a puertas cerradas "y estamos de acuerdo en no compartir el mismo espacio físico. No todos podemos reaccionar de igual modo", dijo la profesional en elíptica referencia a la situación de las víctimas frente a su victimario.
El proceso se extenderá hasta la primera semana de mayo, y el 7 y 8 de ese mes están previstos los alegatos.