Russo y Cóceres tienen una larga cantidad de célebres casos narco en su lista, como por ejemplo el del fisicoculturista Javier Florio, acusado de traficar drogas sintéticas en su propias fiestas electrónicas llamadas Florio Fest. Nicolás Pachelo, hoy preso por robo y acusado de la muerte de María Marta García Belsunce, fue arrestado en ese operativo, en una quinta de General Rodríguez: Cóceres fue el encargado de identificarlo y esposarlo.
Persiguieron también a los presuntos dealers que operaron en la trágica fiesta Time Warp y más recientemente al español Javier Ribas Rocher, capturado en 2013 por montar una pequeña fábrica de pastillas sobre un gimnasio de la calle Viamonte.
Fue difícil para los encargados de investigarlos, en cierto punto. Russo, como policía, tuvo un trato profesional de varios años con la PROCUNAR en sus investigaciones. El arresto es sorprendente para muchos que conocen las investigaciones de drogas en el país: el subcomisario y el principal trabajaban en un estrecho vínculo, con una fama de ser audaces a la hora de rastrear e infiltrar el circuito de drogas sintéticas en la Argentina. Gozaban de confianza: también eran convocados para encargarse de expedientes con grandes movimientos de cocaína.
El dinero faltante, precisamente, surgió en la causa denominada "Ave Rapaz", un operativo conjunto de la PFA y la PROCUNAR de diciembre pasado en donde Russo y Cóceres intervinieron y en donde se incautaron 1166 kilos de polvo provenientes del noroeste argentino, un expediente que también estuvo a cargo del juez federal Bavio. La PROCUNAR todavía busca el dinero. Los investigadores, sin embargo, sospechan que ya fue gastado.
Los allanamientos en Drogas Peligrosas continuaban a mediados de la tarde de hoy. Ambos policías esperan ser indagados.