Era miércoles cerca de la hora de cierre de un local de venta de ropa en la ciudad de La Plata. Ya casi no había clientes en el lugar cuando una mujer entró apurada. Se probó varias prendas y comenzó a hablar con una de las empleadas de manera muy amistosa.
En el momento que vio oportuno, dejó de lado las prendas que se había probado y sacó un par de armas de fuego.
Fue detenida a pocas cuadras. No tenía identificación, pero al poco tiempo pudieron saber que se trataba de Miriam Emilce Vaca Guevara, de 37 años, oficial de la policía bonaerense desafectada de servicio y con arresto domiciliaria desde noviembre de 2016.
La mujerdebía que cumplir su condena bajo el monitoreo de una pulsera electrónica que no tenía colocada en el momento del ilícito y que cuando allanaron su casa descubren que la tenía puesta su perro.
La mujer está casada con un agente del Servicio Penitenciario Bonaerense y ahora se investiga si tuvo que ver con la fuga de la mujer ya que no dio aviso a las fuerzas.
La malla del dispositivo de Vaca Guevara "no está violentado de ningún modo", por lo que suponen que "pudo sacárselo porque adelgazó o estaba mal colocado".