Policiales Ocurrió en Santa Fe

Una jefa y cinco policías detenidos por torturas y robos en falsos allanamientos

Una mujer denunció que perdió su embarazo por los golpes y un discapacitado, obligado a meter los dedos en un ventilador. Estiman más de 40 casos. A los seis policías podrían caberle penas de 8 a 25 años de prisión.
Los detalles asustan. El modus operandi remonta a épocas oscuras. Seis policías del Comando Radioeléctrico de la Costa de Santa Fe fueron denunciados por actos ultrajantes: tortura, vejaciones y abuso de autoridad; y por robar durante procedimientos falsos. A la jefa de esa delegación la imputan por 41 hechos.
Una embarazada habría perdido su embarazo, un adolescente discapacitado fue obligado a meter los dedos en un ventilador y un hombre, sometido a besar los borceguís de los policías. Estos son algunos de los detalles que se conocieron sobre cómo actuaba esta banda de policías que, además, robaba las pertenencias de sus víctimas en falsos allanamientos.
Por los delitos que se les imputan, a los seis policías podrían caberle penas de 8 a 25 años de prisión.

La investigación surgió en octubre de 2017 a raíz de las denuncias de las víctimas. "Ingresaban a los domicilios de Colastiné, San José del Rincón y Arroyo Leyes, golpeaban a la gente, se llevaban objetos, exigían dinero, armas, drogas y disfrazaban esto con un procedimiento policial. Los privaban de la libertad", explicó el fiscal del Ministerio Público de la Acusación Ezequiel Hernández.
Y agregó: "Cuando iba el médico policial a constatar los golpes, las víctimas eran amenazados con que las iban a matar o les iban a llevar a sus hijos, perder fuego su casa, o desaparecer".
Quien está acusada de encabezar esta banda era la jefa del Comando Radioeléctrico de la Costa santafesina, a quien se le atribuyen 41 hechos. La cantidad de expedientes que tiene el fiscal en sus manos podría engordarse. "Hay más de 11 legajos y no descartamos otras complicidades", indicó una fuente judicial a Clarín.
Los "allanamientos" que simulaba esta banda ocurrían de día. En algunos casos, llegaban a las viviendas adjudicándoles robos o portación de armas sin permiso judicial. En el acta dejaban sentado una persecución, un asalto o una aprehensión de las víctimas para disfrazar la operación delictiva.

"Robaban dinero, botines, carne, balanzas y droga. En un caso, una víctima admitió que consumía drogas y que se las sacaron", agregó el fiscal Hernández.
El caso que más conmociona a la Justicia es el de una embarazada de 2 meses. Durante uno de estos falsos allanamiento, fue salvajemente golpeada al igual que su pareja y su cuñado, según contó el fiscal y añadió: "Luego fue llevada a la comisaría, donde le siguieron pegando a pesar de haberles dicho que estaba embarazada. Y perdió el bebé".

Otra de las denuncias hace referencia a un hombre que fue torturado con un 'submarino seco': le colocaron una bolsa de plástico en la cabeza para provocar la asfixia.
"A un discapacitado de 17 años lo pusieron en un ventilador, a un hombre lo desnudaron, lo ataron y le pegaron en las plantas de los pies; a una madre la amenazaban con secuestrar a su hija y mandarla a un reformatorio; le robaron una alcancía a una nena de 12 años... En fin, los testimonios son coincidentes en el modus operandi y en los agresores", remarcó el fiscal.
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