La propietaria le entregó una riñonera con efectivo, pero ante la insistencia del ladrón que la amenazaba, agarró su termo con agua hirviendo y se la tiró encima.
Así se registró le hecho:Luego, lo siguió corriendo y echando agua del termo hasta que el malviviente salió del local, tomó su bicicleta y huyó.
"No tenemos quién nos defienda. Yo trabajo de lunes a lunes y no puede ser que esta gente esté robándonos. Me defendí con agua caliente porque me cuesta mucho estar todos los días acá", contó la víctima.
El testimonio de la comerciante: