De acuerdo con la investigación, López llegó a la vivienda de la víctima tras un encuentro deportivo entre dos equipos, dado que la familia participa activamente de esa liga y la casa es el lugar de reunión de quienes concurren a esos eventos.
La joven había participado de una reunión familiar, mientras que el acusado llegó a la vivienda en ojotas, lentes de sol y con un poco de harina en el pelo. A la noche ella se retiró a su dormitorio junto a su pareja y su hija, en tanto el resto de los familiares y López se quedaron en la galería de la casa.
Alrededor de las 6 se despertó porque estaba siendo atacada y, al reaccionar, el abusador se dio a la fuga por la puerta del dormitorio. Ella avisó a sus familiares, que salieron a perseguirlo sin poder darle alcance.
Aunque no llegó a ver el rostro del atacante por la oscuridad en el cuarto, la joven aportó algunos detalles, entre ellos el hecho de que en la cama quedaron restos de harina.
Además, al revisar la ventana por la que entró el abusador, hallaron las ojotas del acusado en el piso y los lentes de sol apoyados en el borde.
Con estos elementos probatorios secuestrados por la Policía, la fiscalía solicitó la detención de López, medida que se concretó a los días siguientes, y luego se lo imputó por "abuso sexual con acceso carnal". En su defensa adujo que se había retirado más temprano y a esa hora ya se encontraba en su casa.