El hecho que les imputan es el secuestro de un joven cuyas iniciales son FR, su identidad se mantiene reservada, que fue cometido alrededor de las 19.30 del 9 de septiembre pasado cuando fue capturado por dos delincuentes que lo subieron a un auto mientras tomaba algo en Boulevard Seguí y Espinillo de Rosario y lo trasladaron a un galpón.
Fuentes de la investigación revelaron que la Justicia Federal de Rosario ya tenía intervenido el celular que Cantero usaba en el penal y las líneas de sus cómplices o sicarios que trabajan para él fuera de la cárcel y, por eso quedaron registradas las conversaciones antes, durante y después del secuestro.
"De la lectura de las transcripciones telefónicas, se desprendía inequívocamente que Cantero orquestó, desde su lugar de detención y amén de otras actividades ilícitas, el secuestro extorsivo de FR", afirman los fiscales en su dictamen.
Reynares Solari y Marquevich mencionan que en las escuchas previas a la captura de la víctima, Cantero y "Parásito" Fernández hablan del galpón donde planeaban ocultar al secuestrado como el lugar donde "si lo escondemos, lo escondemos bien", y hablan de "los cuatro jugadores", en clara alusión a los que iban a participar del hecho.
También quedó registrado en las escuchas que a las 19.53, es decir poco más de 20 minutos después de concretada la captura, Parásito se comunicó con Cantero para anunciarle que se habían equivocado de víctima al decirle: "Es otro, nada que ver este amigo".
Los secuestradores incluso le dijeron a su jefe Cantero que era parecido al de la foto que les había enviado pero que el DNI confirmaba que tenían a la persona equivocada, a lo que el el jefe de Los Monos les ordenó que lo lleven "igual" hasta tanto él pudiera averiguar si podían obtener algún rescate.