Policiales El caso conmociona a Uruguay

Cómo se gestó el plan de dos amigas de 10 años para filmar al padre abusador

La hija del agresor ayudó a su amiga a grabar el aberrante hecho con una computadora portátil, entregada por el Estado uruguayo. Lograron filmar la escena luego de varios intentos. "Los niños no mienten", aseguró la fiscal.
Una nena de 10 años se sometió voluntariamente para documentar los reiterados episodios de abuso que sufría por parte del padre de una amiga. Lo planificaron junto a la hija del agresor. Lo hicieron para que los adultos les creyeran la pesadilla que estaban viviendo.
"Debería avergonzarnos a todos". Esas fueron las palabras que usó la fiscal Mariela Núñez para definir al caso que estremece a Uruguay. "La víctima concurría a jugar y escuchar música asiduamente a la casa de una amiga de la misma edad. En esas circunstancias, aprovechando momentos en que su esposa estaba trabajando, el abusador mandaba a su hija al almacén para quedarse a solas con la pequeña y procedía a manosearla en sus genitales", afirma el comunicado de la fiscal de Artigas, ciudad uruguaya donde ocurrió el abuso.
Los abusos fueron filmados con una "ceibalita", como se conoce a las PC que entrega el Estado.

Núñez contó que la hija del abusador se enteró de lo que estaba sucediendo y que, por miedo a su padre y a que no les creyeran, decidió ayudar a su amiga a grabar el abuso con una "Ceibalita", como se conoce a las computadoras portátiles que el Estado uruguayo les entrega a todos los estudiantes.

"Estos hechos fueron realizados en reiteradas ocasiones en el transcurso de un año, hasta que la propia hija presencia uno de ellos y le dice a su amiguita que sabe lo que su papá le está haciendo, que tiene mucho miedo de su padre y que nadie les va a creer, por lo que ambas planean filmar tal situación, lo que logran luego de varios intentos", agrega el texto redactado por la fiscal.
Núñez destaca la "valentía" de las menores, dice que "los niños no mienten ni inventan" respecto a semejantes asuntos y alienta a denunciar "siempre", aunque no se cuente con pruebas.
El acusado, un hombre de 62 años identificado bajo las iniciales JCSB, de clase media, sin antecedentes penales, ya fue procesado con prisión.
Está imputado prima facie de reiterados delitos de atentado violento al pudor agravados, como había solicitado la fiscal.

De ser condenado, el hombre podría recibir una pena de entre 2 y 6 años de cárcel, debido a que la víctima es menor de 12 años.
La esposa y otro de los hijos de la pareja también fueron detenidos, pero ambos fueron liberados a las pocas horas "al no existir elementos que determinaran que estaban en conocimiento de los hechos". Fuente: (Clarín).-
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