Al corroborar con la chapa patente la situación en que encontraba la Motomel RD200, se pudo establecer que la misma no presentaba pedido de secuestro y la policía pudo dar con el propietario del rodado.
En tal sentido, desde la fuerza indicaron que el mismo "estaba tomando con unos amigos" y, al estar en estado de ebriedad, se cayó con la moto; motivo por el cual optó por dejarla en el lugar y seguir en forma peatonal el camino hacia su casa.
La motocicleta fue secuestrada y quedó en resguardo en sede policial hasta tanto su dueño, una vez sobrio, se haga presente con la documentación que acredite la propiedad.