Policiales La niña asesinada en 2011

Secuestro y crimen de Candela: Prisión perpetua para dos de los tres acusados

Las condenas más duras por el crimen de Candela Sol Rodríguez, ocurrido en 2011, fueron para Hugo Bermúdez y Leonardo Jara. Fabián Gómez recibió una pena de cuatro años como partícipe secundario del secuestro de la niña.
El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 sentenció a prisión perpetua a Hugo Bermúdez y a Leonardo Jara por el secuestro y femicidio de Candela Sol Rodríguez, ocurrido en 2011 en Villa Tesei. Ambos fueron considerados coautores del crimen de la niña de 11 años.
Fabián Gómez (45), el único que llegó en libertad, fue condenado a 4 años de cárcel a como partícipe secundario.
La niña de 11 años fue capturada a metros de su casa de Hurlingham el 22 de agosto de 2011. Permaneció secuestrada durante 9 días y su cuerpo fue hallado dentro de una bolsa en la localidad de Villa Tesei, con signos de haber sido violada y asfixiada.

El 20 de julio último, los fiscales Pablo Galarza, Antonio Ferreras y Mario Alberto Ferrario expusieron sus alegatos y solicitaron prisión perpetua para Bermúdez y Jara y ocho años de cárcel para Gómez.
El fiscal Ferrario, que intervino en la instrucción de la causa, sostuvo que los dos primeros fueron coautores de "privación ilegal de la libertad coactiva seguida de muerte" y el tercero fue "partícipe secundario" del secuestro sufrido por la niña.
Los alegatos
En los alegatos, Galarza dio por acreditado que Candela fue víctima de abuso sexual pero no imputó a ninguno de los acusados de ese delito para no modificar la carátula con la que habían llegado a juicio y evitar que las defensas puedan plantear alguna nulidad.
Para el funcionario judicial, el 22 de agosto de 2011 Candela "fue sustraída por tres sujetos en una camioneta Ford EcoSport negra", la mantuvieron cautiva algunos días en la localidad de San Martín y luego estuvo en Villa Tesei, partido de Hurlingham.

Allí, primero estuvo secuestrada en una vivienda de la calle Kiernan 992, conocida por la prensa como "la casa rosa" (para la querella no fue llevada a ese inmueble) durante un breve lapso y después la trasladaron a otra propiedad de Cellini 4085, que estaba abandonada.
Según el fiscal, entre las 20.30 del 29 de agosto y las 8.30 del día siguiente, Bermúdez "abusó sexualmente de la niña con un elemento duro por vía anal y la sofocó" tapándole la nariz y la boca mientras la sostenía desde atrás.
Respecto de Jara, Galarza afirmó que realizó el llamado extorsivo a la familia de Candela mientras estaba cautiva y sostuvo que "su suerte está echada por las pericias de voz" efectuadas por Gendarmería Nacional.
Mientras que a Gómez lo situó en la casa de Kiernan por dichos de un vecino que lo vio allí cuatro días antes del hallazgo del cuerpo de Candela a 30 cuadras de esa propiedad y por llamadas que mantuvo con los otros dos imputados.

En tanto, el fiscal Ferreras dijo que se halló ADN de la nena en un bol y en una taza de la casa Kiernan y de Bermúdez en un palo de madera de la casa de Cellini y dentro de una taza que se encontraba en la vivienda de la ex concubina de Jara, lo que prueba la vinculación entre ambos.
Por su parte, Román Makinistián, abogado de Nancy Carola Labrador, pidió al TOC 3 que condenen a prisión perpetua a Bermúdez y Jara, tras lo cual consideró que Gómez debía ser absuelto por el beneficio de la duda.
El letrado acusó a Bermúdez y Jara como autor y coautor, respectivamente, de los delitos de "privación ilegal de la libertad coactiva seguida de muerte" y, a diferencia de la fiscalía, al primero le agregó el de "abuso sexual doblemente ultrajante".
Las palabras de su madre
Al finalizar la audiencia, Carola Labrador, mamá de la niña, se refirió a las irregularidades de la causa: "Nunca la buscaron. Estuvo siete días viva y no la encontraron. Hubo complicidad de la policía, de la política. Candela tendría que estar acá". Al mismo tiempo, sostuvo que aún "tienen que caer los que faltan".
"Falta mucha gente, mucha, de la política de ese momento. Este es el fin de una etapa, fueron seis años de mucho dolor", afirmó Labrador.

"Me la robaron ese día, era un sol, una buena nena, una buena hija... Nada me la va a devolver. Yo me nutro de gente buena y linda, no me interesó verlos (a los condenados) durante el juicio", dijo Carola.
"Con este juicio cerramos una etapa, se hizo Justicia. Se lo prometí a mi hija y cumplí. Me voy tranquila, ella va a descansar en paz", dijo Carola Labrador, madre de Candela.
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