Álvarez tenía 37 años y cumplía condena en la Unidad Penal de Federal, lugar en el que falleció hace aproximadamente una semana, tras un acelerado deterioro de su salud. El calvario padecido por los niños asesinados salió a la luz cuando el niño más grande, identificado como Gustavo Ariel Rodrigo Zapata, ingresó el 22 de febrero de 2012 al hospital Masvernat con una brutal golpiza en distintas partes del cuerpo, motivo por el que luego falleció.
La investigación de este hecho derivó luego en descubrir con el pequeño Hugo (de 5 años) también fue asesinado a fuerza de varios golpes y enterrado bajo el piso de la vivienda en la que convivía con su madre María Soledad Zapata y su padrastro Álvarez, que finalmente fue condenado por "doble homicidio calificado por alevosía, ensañamiento y encubrimiento". Mientras que Soledad Zapata fue absuelta al considerársela otra víctima del sanguinario condenado.
En el mismo día que todo salió a la luz, Álvarez fue detenido por la policía de Entre Ríos cuando pretendía ascender a un colectivo de larga distancia en la Terminal de Ómnibus de Concordia, para el cual ya tenía un pasaje con la ciudad de Buenos Aires como destino. (Diario Río Uruguay)