Todo ocurrió cuando personal del Comando Radioeléctrico fue enviado a Río de Janeiro al 2300 donde se denunció la presencia de un taxi Chevrolet Corsa abandonado. A los pocos minutos apareció por ese lugar el propietario del vehículo, un hombre de 39 años, quien manifestó a los policías que en horas de la madrugada de ayer su chofer había sido víctima de un robo en Presidente Perón y Circunvalación, sitio en el que le habrían sustraído el automóvil.
Lo cierto es que cuando se pudo ubicar al taxista y se le pidió que amplíe su denuncia, el chofer terminó por admitir que sus dichos no eran verdad. Reconoció haber gastado el dinero de la recaudación y simuló un robo. A raíz de esa revelación, el chofer quedó detenido. (La Capital)