Esa madrugada, alrededor de las 2, ingresó a un domicilio en calle Lisandro De La Torre al 300, en Gualeguaychú, y sorprendió a la dueña de casa durmiendo. La mujer despertó cuando Fernández le exigió que prendiera la luz y lo observó amenazándola con un cuchillo.
El temor más importante para la víctima eran sus hijos menores de edad, que dormían en las habitaciones contiguas. Ella no opuso resistencia y se quitó los anillos de plata, oro y la alianza, que le reclamaba el joven de 26 años y su socio. Luego le sustrajeron 300 dólares, pesos uruguayos, reales y 10.000 pesos argentinos, pero no satisfechos también le sacaron un celular y una Tablet.
Fernández buscaba más elementos de valor y cuando le preguntó a la mujer quiénes estaban en el resto de las habitaciones, no titubeó ingresar a los dormitorios de los menores. Bajo amenaza de que no gritara, le quitó el celular y una campera, y en una mochila de River que encontró cargó un DVD.
Cuando volvió hacia el comedor de la casa, bajó un LCD de 42 pulgadas y lo envolvió en unos pañuelos que encontró. De la otra pieza, donde dormía la hija de la mujer, se llevó dos celulares, y al retirarse de la vivienda amenazó a la dueña de casa con el cuchillo para que no mirara por la ventana. Ambos delincuentes salieron del inmueble y abrieron el automóvil Volkswagen Suran, de donde cargaron una campera y una cuchilla.
Luego de todo el episodio, cuando ambos ladrones dejaron la vivienda y se llamó a la Policía, la víctima constató que también se habían robado dos bicicletas todo terreno, una tostadora eléctrica, una cafetera, un equipo de música, una Play Station 4, y una PC.
El personal de la Comisaría Sexta y de la División Investigaciones comenzó a trabajar en el hecho de ribetes muy violentos y atípicos en Gualeguaychú. Fue así que dos horas después de cometido el hecho llegó la primera pista que encaminó la investigación hacia Fernández.
El delincuente se presentó en una Sala de Juegos de avenida Parque con la intención de cambiar 100 dólares y esto llamó la atención. No lo pudo hacer y se retiró, y desde el lugar se comunicaron con la Policía, que lograron identificarlo a través de las imágenes de las cámaras de seguridad del lugar.
Con la orden que el Juez de Garantías que le concedió al fiscal Sergio Rondoni Caffa, se allanó la casa de los padres del sospechoso ese mismo 4 de julio por la tarde. Se esperó localizarlo en la vivienda ya que debía cumplir con un arresto domiciliario, pero Fernández no estaba. Se montó un operativo para tratar de localizarlo y se lo ubicó en la madrugada del día siguiente, cuando acudió a la estación de servicio Shell en Pellegrini y Bolívar, con intenciones de cambiar los dólares.
Fernández se estaba alojando en una cabaña en Pueblo Belgrano. Tras su detención se allanó esa vivienda y se secuestraron varios elementos que posteriormente fueron identificados por la damnificada.
Fernández ya contaba con antecedentes. El 20 de mayo por la madrugada ingresó por una ventana a una casa de calle Santa Rita y San Vicente de Paul. Con el mismo modus operandi que el otro hecho, sorprendió al dueño de casa durmiendo, pero la víctima lo identificó como "Leo Fernández". De allí se llevó un televisor de 24 pulgadas.
Fernández se convirtió en el condenado 87 del 2017 en Gualeguaychú y es el número 43 en recibir una pena de prisión efectiva, mientras que 44 personas fueron condenadas a penas de reclusión condicional. (ElDía)
