"Ese dinero lo utilizaban para luego comprar algo de droga y tras ello retornaban al albergue", indicó el ex operador de los jóvenes, que declaró bajo "identidad reservada", ante la Fiscalía de Gualeguaychú. Según su relato, los hacía entrar de a uno a su domicilio de calle Mitre 7 y el resto de los menores tenían que esperarlo en la plaza, ubicada en las inmediaciones de su residencia y frente a la Jefatura Departamental de Policía. Según publica Análisis Digital, cada uno de ellos sometía sexualmente al conocido abogado y cuando terminaba con tal tarea, debía ir hasta la plaza y avisarle al siguiente, para que también cumpliera con los requerimientos sexuales del letrado. "A cada uno le pagaba 10 pesos", dijo, entre el 2007 y el 2008, o sea, en tiempos en que el dólar rondaba entre los 3.20 y 3.50 pesos, aprovechándose así de la necesidad de los adolescentes, quienes se alimentaban mal y tenían bajo peso.
Según la información, siempre estaban no más de dos horas en cercanías de la casa de Rivas, para cumplir con los requerimientos sexuales. El medio recuerda que "en horas de la noche, precisamente a partir de las 23, Rivas siempre comenzaba su nuevo periplo sexual con jóvenes de otro nivel social, lo que se extendía hasta las 2 de la madrugada, aproximadamente".