Policiales Sin documentación

Secuestraron más de 300 relojes de lujo valuados en casi tres millones de pesos

Los relojes de lujo muchas veces son "moneda de cambio" para el pago de coimas. Los artículos, valuados en casi tres millones de pesos, estaban expuestos en un local de la calle Libertad del barrio porteño de San Nicolás.
El negocio, en Libertad 444, en el barrio porteño de San Nicolás, no tenía ningún nombre de fantasía en su fachada. Como la mayoría de los comercios de la zona se dedicaba a la compra y venta de oro. En dos exhibidores se ofrecían 310 relojes de lujo, todos de origen suizo. Ninguno tenía documentación que respaldase su ingreso legal en el país.

Los 310 relojes suizos, con un valor en plaza de $ 2.720.793, entre los que había Rolex, Hublot, Patek Philippe, Chopard, Bell Ross, Cartier, Montblanc, Tag Heuer Carrera, Omega y U-Boat, fueron secuestrados por detectives de la División Robos y Hurtos de la Policía Federal por orden del juez en lo penal económico Marcelo Aguinsky.

En las últimas horas, el magistrado procesó sin prisión preventiva por la adquisición y recepción de los relojes sin su correspondiente estampilla fiscal al titular del comercio, identificado por fuentes judiciales con las iniciales S. P., de 46 años. Aguinsky trabó un embargo sobre los bienes del acusado hasta cubrir la suma de 10.900.000. El comerciante fue acusado de encubrimiento de contrabando.

"La tenencia de los relojes surge de la constatación efectuada por los funcionarios actuantes en el local de Libertad 444. La ilegalidad del ingreso de los relojes secuestrados se desprende, en principio, por la falta de documentación que ampare su entrada en el país", explicó Aguinsky en su resolución, a la que tuvo acceso a La Nación.

El hallazgo de los lujosos relojes ocurrió durante una inspección de rutina, donde, además de la División Robos y Hurtos de la Policía Federal, participaron funcionarios de la Dirección General de Adunas, Agencia Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Dirección Nacional de Migraciones e inspectores de la Agencia Gubernamental de Control (AGC).
Mercado negro
Un calificado investigador judicial recordó que los relojes de lujo muchas veces son "moneda de cambio" para el pago de coimas. "Existe un mercado negro de relojes de alta gama", dijo el informante.

En su declaración indagatoria, el acusado presentó un escrito para defenderse. "Quiero exponer que desconozco categóricamente que la mercadería secuestrada fuera objeto de un contrabando. Ni siquiera me imagino, ni sospecho que pudiera haber ingresado al país y su lugar de procedencia. Este desconocimiento se funda también en que he recibido los relojes en momentos diferentes y en cajas separadas. Esto ha importado mayores dificultades en representarme que la mercadería hubiera sido ingresada por vías ilegales o no hubiera sido declarada. La mercadería ha sido recibida en mi local por actos de buena fe y en miras de realizar negocios lícitos. En caso de haber tenido conocimiento de que se trataban de objetos de contrabando no la hubiese adquirido y, menos aún, vendido en el local que se encontraba a mi nombre. Recién tomé conocimiento que la mercadería podría haber sido objeto de contrabando cuando se realizó el allanamiento", sostuvo el acusado en la presentación que entregó en el juzgado.

El juez Aguinsky entendió que esos argumentos debían descartarse. "No puede simplemente pretender librarse de responsabilidad diciendo que desconocía que la mercadería era de contrabando o de la ilegalidad en cuanto a la adquisición de la misma, ya que el mismo carece de documentación que acredite la compra legal de la misma".

El magistrado sostuvo que el argumento de la defensa no puede prosperar "ya que, para el caso de la situación fáctica fuera con la que intenta hacer creer el imputado como comerciante debería poseer factura y otra documentación que acreditare la tenencia legal de los relojes que exhibía en local para la venta al público, junto con el respectivo estampillado que debía tener adosado cada uno de los relojes, circunstancia que no puede alegar desconocer".

El procesamiento fue sin prisión preventiva teniendo en cuenta que la pena prevista para el delito de encubrimiento es de entre seis meses y tres años de cárcel.
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