Policiales Gualeguaychú

Un nuevo detalle compromete al exmarido de Susana Villarruel en el crimen

El ataque a la mujer fue de frente y es compatible con un zurdo, característica que es coincidente con Ramón de la Cruz Ortiz, la última persona que la vio con vida. Pero aún restan las pericias al cuchillo secuestrado.
La muerte violenta de Susana Villarruel (38 años) se convirtió en el primer femicidio de este año en Gualeguaychú y en el cuarto en Entre Ríos. Paradójicamente cumple años el 8 de marzo: Día Internacional de la Mujer.

La víctima era madre de cuatro hijos (tres con su primera pareja y el cuarto con la última), vivía en el barrio Toto Irigoyen ubicado en Irazusta al Sur, construido especialmente para quienes habitaban el asentamiento de calle 1° de Mayo y Montana.

Para sobrevivir vendía tortas y productos de cosmética por catálogos. Era muy querida entre sus vecinas y tenía muchos proyectos para "salir adelante" como ella misma contaba.
Estaba casada con Ramón de la Cruz Ortiz (39 años), oriundo de Santa Fe, con quien se había unido en matrimonio en diciembre de 2015, pero desde junio de este año había comenzado a realizar los trámites de divorcio.

Ortiz es changarín en el rubro de la construcción y no se le conocía ocupación estable. De hecho, Susana le dijo que se fuera de su hogar porque no trabajaba ni aportaba nada a sus hijos.

Luego de separarse, Ortiz se fue a vivir provisoriamente a la vivienda de un hermano de su ex esposa ubicado en el asentamiento de calle Troisse y Tropas.
El lunes 10, el día de la tragedia, Ortiz relató al fiscal Martín Gil que llegó a las 6:30 hasta la casa de Susana para acercarle la cuota alimentaria y pedirle la libreta de casamiento para realizar trámites vinculados con el divorcio. A su vez, ese día, Susana tenía que venir al centro para encontrarse con funcionarios de la Dirección de Viviendas por trámites vinculados a su hogar.

El encuentro entre ambos en el barrio Toto Irigoyen no despertó ninguna sospecha entre los hijos de Susana, de acuerdo a la información que relevó el fiscal que lleva adelante la Investigación Penal Preparatoria.

Desde el Barrio Toto Irigoyen hasta el puente sobre el Arroyo El Cura, por Irazusta al Sur, demanda a pie aproximadamente 25 minutos. Se sabe que ambos salieron de la vivienda aproximadamente a las 7. Media hora más tarde, estarían transitando en lo que hoy se conoce como el lugar donde se cometió el feroz ataque que terminó con la vida de la mujer.

Más de diez puñaladas se constataron en la autopsia que se realizó el viernes pasado en la Morgue Judicial de Oro Verde, además de varias que tienen características "defensivas".

Se utilizó un arma blanca con filo en uno de sus lados y los puntazos más críticos fueron asestados en el pecho, más precisamente en la zona mamaria y cuya fuerza y saña fue de tal magnitud y profundidad que le atravesó el pulmón. Además tiene heridas en el cuello y otra en la sien derecha, que también le interesó la zona craneana. La alevosía del ataque fue de tal contundencia, que esta última herida tuvo que hacerse cuando el cuerpo yacía en el suelo.

El ataque fue de frente y es compatible con un zurdo, característica que es coincidente con Ramón de la Cruz Ortiz, la última persona que la vio con vida; y que actualmente está imputado por el delito de homicidio triplemente calificado por el vínculo, la alevosía y el femicidio, de acuerdo al Artículo 80° del Código Penal, incisos 1°, 2° y 11° y al que se le dictó el viernes pasado la prisión preventiva por treinta días, que pueden ser prorrogables en caso que lo fundamente el fiscal. El lugar donde se produjo el ataque, viniendo desde el Barrio Toto Irigoyen hacia la ciudad, se ubica a unos escasos cien metros pasando el puente sobre el Arroyo El Cura, siempre por Irazusta al Sur.

En la margen Oeste hay una especie de sendero que se fue marcando por el paso de pescadores ocasionales. En diagonal hacia la margen Este, hay una vivienda.

En ambos lados, el monte es achaparrado dominado por espinillos que están acompañados por arbustos de gran follaje pese a la época invernal, publicó El Argentino.
La duda del cuchillo
Aunque algunas fuentes extraoficiales aseguraban que el cuchillo secuestrado en la casa del único imputado, Ramón De la Cruz Ortiz, guardaría relación con el crimen, el fiscal Martín Gil explicó que hasta el momento no accedió a los resultados del peritaje, por lo cual no puede ni confirmar ni descartar el dato.

De todos modos, y de acuerdo a la experiencia del médico forense de la ciudad, se dejaría de lado esa posibilidad por ser un cuchillo serrucho, mientras que las heridas en el cuerpo de Villarruel son rectas.
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