Policiales Ya había sido condenado

Intentó estafar comprando electrodomésticos pero quedó preso por otra causa

La resolución judicial que lo puso tras las rejas no tiene que ver con esta estafa, sino con un asalto por el que fue juzgado y condenado y cuya sentencia quedó firme el mismo día en que fue detenido compra con documentación apócrifa.
El sujeto que, junto a una mujer, intentó estafar con un crédito para la compra de electrodomésticos en más de 100.000 pesos a la firma Cetrogar quedó detenido en la Unidad Penal 1 de Paraná, pocas horas después de este hecho.

Pero lo novedoso fue que la resolución judicial que lo puso tras las rejas no tiene que ver con esta estafa, sino con un asalto por el que fue juzgado y condenado y cuya sentencia quedó firme el mismo día en que cayó en desgracia por la malograda compra con documentación apócrifa.

Se trata de Feliciano Gustavo Ramón Flores, de 41 años, quien hasta el momento de su detención, el martes 16 a la noche, vivía en barrio 4 de Junio. Junto a él se encontraba, como supuesta cómplice del hecho delictivo, Viviana Lorena Mildemberger, de 33 años, también de barrio 4 de Junio y a nombre de quien se encontraba el VW Bora estacionado en una playa céntrica, en el cual llegaron y se pensaban retirar.

Resulta que, cuando los investigadores de la División Delitos Económicos se encontraban identificando al sujeto detenido, llamó la atención la existencia de un requerimiento reciente que exigía que se presentara a cumplir una condena por "Robo Calificado", tras haberse cumplido el plazo a través del cual la sentencia quedó firme.
Por su parte, Mildemberger fue beneficiada momentáneamente con prisión domiciliaria. Según fuentes policiales consultadas por El Diario, la mujer habría admitido su participación en el hecho y se agilizaría un juicio abreviado por el delito cometido. Cabe destacar que los bienes adquiridos con documentación falsa, aunque utilizando ellos su documentación personal, no alcanzaron a ser sacados del negocio, cosa que iba a ocurrir al día siguiente, de no ser por la sospecha de un gerente que solicitó la presencia policial, al analizar el tipo de mercadería que habían adquirido, por un monto cercano a los 135.000 pesos.

Otro punto que aún no conforma a los investigadores es la documentación utilizada por estas dos personas, para lograr superar varios ítems de control en la compra, sin despertar sospechas, presentando documentación de monotributista, de ingresos brutos y que de no ser por lo llamativo del monto, quizá por una cifra inferior, el delito hubiera prosperado.

Definitivamente se sospecha que tanto Flores como Mildemberger fueron mano de obra de alguien que está pergeñando este tipo de delitos con suma habilidad, pero al cebarse comprando encendieron la señal de alerta en los controles.

"Tenían una carpeta con documentación para presentar y realizar la compra muy prolija, muy bien armada y eso necesita de alguien que sepa de este tipo de operaciones comerciales. Han ocurrido otras estafas similares, por ejemplo en una casa de electrodomésticos de avenida Almafuerte y con la misma modalidad", confió uno de los investigadores del caso.

Justamente, desde el seno de la investigación se confía en llegar a este "cerebro" operativo y que no se descarta que durante la negociación con algunos de los detenidos para menguar su pena, se pueda dar con las líneas necesarias para su identificación y captura.
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