El Tribunal, presidido por Mauricio Derudi y los vocales Mariela Di Pretoro y Arturo Dumón, encontró acreditada la materialidad del hecho y la autoría de los imputados en el intento de robo en el edificio de Gualeguaychú. Además, fue probada que el arma secuestrada fue la disparada cuando los asaltantes escapaban.
Los jueces también decidieron extender la prisión preventiva que la fiscal Martina Cedrés había solicitado. La misma será prorrogada hasta que la sentencia adquiera firmeza o hasta que casación tome una decisión al respecto del riesgo de fuga por no ser los imputados domiciliados en Gualeguaychú y también por el carácter de la sentencia.
Cedrés había pedido una pena de prisión efectiva para ambos de 7 años de cárcel. El delito por el cual fueron juzgados prevé penas que van desde los 4 años y 4 meses de prisión hasta los 10 años, y la Fiscal tomó como atenuante que ambos carecen de antecedentes penales.
Sin embargo, Cedrés había sido categórica al enumerar cada uno de los agravantes: mencionó que uno de ellos tenía un trabajo fijo en una distribuidora de bebidas, tuvo en cuenta las edades, las costumbres socioculturales y el lugar donde viven, la gravedad del hecho, el peligro concreto que corrió la vida de la víctima porque el arma estaba apta para disparar, que quedó demostrado con el disparo que efectuaron para salir del edificio.
También mencionó que ambos tuvieron pleno dominio del hecho y se comprobó que hubo un plan delictivo previo, porque no hay ningún cartel de publicidad que indique que en ese lugar funcionaba una consignataria, por lo cual tenían el dato certero de qué era lo que había en el primer piso del edificio.
Además, la fiscal recordó que los imputados habían montado una escena al simular ser pintores o albañiles, y que el plan se les fue de las manos porque no había una sola chica en la oficina, sino que había dos, que sale a pedir auxilio, por lo que desisten de su plan delictivo que ya habían empezado a ejecutar. (El Día)