La causa se inició en los primeros días de abril tras la denuncia del guía de turismo Marcos Ezequiel Souza Urquiza, luego que detectara a un contingente de turistas que al ingresar, tenía pulseras truchas.
Fue él quien afirmó que a esas entradas o pulseras, se las habían vendido en la vía pública, y señaló al empleado de la oficina de Turismo que funciona dentro del parque termal, como la persona que se las había vendido.
Pero la situación de Guillermo Fernández, se amplía porque a la anterior denuncia se suma otra que le hizo la administración del Parque Termal, a raíz de lo que revelaron las cámaras de seguridad, en el momento que este empleado municipal sustrajo cierta cantidad de pulseras que estaban en un determinado lugar. (7Páginas)