
"Nadie se responsabilizó del hecho", expresó Albornoz en Elonce. "Todos escuchamos el aullido, pero no andaba nadie en la calle, un domingo al mediodía, muy tranquilo, y fue lo único que escuchamos. Luego de eso, el perro volvió corriendo a nuestra casa y murió en el patio desplomado", relató.

Además, dos días antes, otro incidente similar afectó a "Gus", un gato del barrio. "Aparentemente con la misma arma porque los proyectiles eran iguales a los de Vato. Afortunadamente, Gus fue operado y logró sobrevivir", manifestó Albornoz.

Los vecinos, consternados por estos actos, buscan llamar la atención sobre la gravedad de la situación. "Queremos denunciar este hecho de violencia porque le pudo haber pasado a un niño. Además, los abuelos están alertados porque juegan al tejo. Así que el barrio está en alerta por inadaptados que tiran sin criterio", concluyó.