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El cura testigo del milagro valoró “la sencillez y frescura” de Candela y su mamá
Elonce TV dialogó con el sacerdote que instó a la Roxana, la madre de la joven, a rezarle al Papa Juan Pablo I para que, por su intercesión, su hija pueda salvarse. Y así ocurrió. Ayer, los tres se fundieron en un abrazo en la parroquia ubicada a tres cuadras de Fundación Favaloro, en Buenos Aires, donde todo comenzó. “Por un cuadro que iba involucionando a propósito de una epilepsia refractaria por la que terminaron sedándola porque convulsionaba de manera permanente, y dado que el cuadro se complicaba cada vez más, Candela finalmente fue traslada desde Paraná a en Buenos Aires, a Fundación Favaloro, que queda a tres cuadras de la parroquia Nuestra Señora de la Rábida donde yo estaba en ese momento”, rememoró a Elonce TV el Padre José Dabusti. Y continuó: “Así comencé a conectarme con Roxana, la mamá de Candela, quien frecuentaba la parroquia porque iba a rezar y en varias oportunidades fui a Fundación, a la terapia intensiva donde estaba Candela. Primero le administré el sacramento para los enfermos, en otras oportunidades rezábamos juntos y concretamente, un mediodía del 22 de julio de 2011, Roxana me cuenta que los médicos le habían informado que Candela había contraído un virus intrahospitalario, una neumonía, y que no había nada más que hacer porque Candela no pasaba de aquella noche”.
“Salimos juntos hacia la Fundación y cuando estábamos en la terapia intensiva, lo misterioso del milagro, le propuse Roxana el rezar por la curación de su hija Candela por intercesión de Juan Pablo I y ella me dice ´no se quién es´. Brevemente, le conté como de chico yo había tenido un cariño, devoción y admiración personal hacia Juan Pablo I”, contó el sacerdote. “Nos tomamos de la mano, y las pusimos sobre el cuerpo de Candela. Rezamos juntos una oración espontanea para pedir eso, que por intercesión de Juan Pablo I que Candela pudiera curarse”, agregó.
Por qué Juan Pablo I
“Yo tenía 13 años cuando fue elegido Juan Pablo I y siempre me impresionaron dos cosas de él: una era su profunda alegría, por eso se llama el Papa de la sonrisa o la sonrisa de Dios, y su profunda humidad porque era un hombre que desbordaba humildad”, reveló el padre José.E incluso comentó que de niño tenía un poster de Juan Pablo I pegado en el armario. “Y me quedé impresionado porque a los 33 días él murió. Pero personalmente le seguí y soy testigo, en todo mi camino de discernimiento de ser o no sacerdote, porque ciertamente le pedía mucho a él que me animara a ver si Dios me llamaba o no”, indicó Dabusti en comunicación con Elonce TV.
El milagro
“Después de la noche en la que le dijeron que no iba a seguir, Rosana, al día siguiente fue a la parroquia nuevamente, y me dice que (su hija) ya estaba un poquitito mejor y así fue en los sucesivos días, semanas y meses. Hasta que perdemos el contacto y nos volvemos a reencontrar tres años después en la misma parroquia: ella había ido a llevar a Candela a un control y quisieron venir a saludarme”, recordó el sacerdote.Según lo que comentó Dabusti, cuando él conoció a Candela, “ella pesaba 19 kilos”, por lo que, al reencontrarse con una joven sumamente saludable y recuperada, no llegó a reconocerla. “Roxana me dijo, `Padre, Candela te quería conocer y yo quería que la conocieras´. Ella tenía casi 15 años en ese momento”, contó el cura al dar cuenta del emocionante momento que vivieron. Madre e hija viajaron nuevamente a Buenos Aires para un control y así comenzaron -con ayuda de un hermano del sacerdote que está inmerso en el periodismo- a dar los primeros pasos. El Padre José le escribió una carta al Papa Francisco, en la que le contaba lo que había pasado y se la envío a través de su hermano, que viajaba a Roma. “Y a los dos meses me llamaron de Roma para avanzar en el proceso” que canónico, por el cual, Juan Pablo I fue declarado beato de la Iglesia Católica. “A las 7 -hora argentina- se anunció la aprobación del milagro y la aprobación de que el Papa Francisco era declarado beato, y a las 8.30 estuve junto a Candela durante un control en Buenos Aires”, reveló el sacerdote en relación a su encuentro con la joven que motivó el milagro por el cual se declaró beato al Papa Juan Pablo I. Sobre Candela y su madre, Roxana, destacó: “Ellas tienen una sencillez y una frescura que les impresionará mucho”. (Elonce)