Testimonios
“Recibí la vacuna, antes no había tenido la oportunidad. Acá, como está la pandemia, nos hace falta”, expresó un hombre, quien remarcó que nunca tuvo una enfermedad “ni un empacho, solamente una vez que me pateó el caballo en la cara. Hace 70 años que trabajo acá”, reveló.
“Acá llegan distintas cosas, incluso para comer. Nos cuidamos entre nosotros, somos como una familia”, acotó
Una mujer expresó que no se había anotado y valoró como “una gran idea que hayan venido acá. Nosotros no podemos salir, porque tenemos que laburar”. Y comentó que en el lugar junta “plástico, cartón y lo que se pueda encontrar para comer. La situación está bastante mal”. Expresó que les pagan alrededor de 15 pesos por el kilo de cartón, 20 por el plástico, pero “tenés que juntar para hacer unos 500 o 600 pesos por día, pero es difícil para mi sola”.
Lágrimas y orgullo
María García, quien hizo los rastrillajes, dijo que recorrieron casa por casa y “vinimos al Volca para informarles que el operativo venía acá. A muchos les da pudor decir que no saben leer o que no tienen documento. Les explicamos que la vacuna es algo fundamental y un derecho a la salud pública y fundamental para ellos y para proteger a sus familias”. Recordó que “cuando éramos chicos, lo primero que vimos cuando empezamos a caminar con mis hermanos era el Volca. Mi papá y mis hermanos son cirujas. Nos criamos arriba de los carros. Veníamos a trabajar de chiquitos. Comíamos de la basura. Es un orgullo conocerlos a todos. Nos criamos juntos”, manifestó entre lágrimas.