En Paraná hay dos especies de Palo Borracho: el Ceiba chodatii, de color blanco cremoso y Ceiba speciosa que es rosado. “Son arboles de gran porte con una copa hermosa”, dijo. La especialista indicó que la parte viva de estas especies es la que está contra la corteza “si una la lastima, lastima la viva del árbol”. Martínez comentó que estos árboles viven más de 100 años. “El ejemplar que está en la esquina de Nogoya y Avenida Ramírez, se supone que tiene más de 400. El historiador Mernes contó que todas estas partes eran reservas jesuíticas y ese árbol lo habrían plantado ellos”.
El nombre común proviene del abultamiento del tronco, que le da aspecto de botellón, debido a que en la madera acumula agua para tiempo de escasez.
Se propagan fácilmente por semillas, a las que conviene remojar por un día antes de la siembra. Ambos pueden hibridarse entre sí, dando ejemplares con características intermedias. Los polinizan pequeños pájaros (como colibríes) e insectos; los abejorros tienen predilección por ellos. Crecen rápido, más aceleradamente al principio.